Wednesday, December 24, 2008

Shjjjjjj


Siempre digo que no voy a perder el ritmo pero siempre me pasa que lo termino perdiendo, asi que no prometo nada de aquí en adelante, al menos en este blog. El de la Sonoteca sí volverá a ser actualizado a partir del lunes con mayor regularidad. Ha sido un año de mucha producción discográfica en Lima y espero poder reseñar todos esos discos.
Tengo una serie de post en draft que aun no he podido terminar, porque no sé, son muy ambiciosos y últimamente el tiempo mental no me da para ese tipo de posts, así que disculpen si los lleno de vaguedades.
Por cosas del destino me puse a leer la biografía de Diane Arbus, escrita por Patricia Bosworth, y me ha parecido apasionante. En estos días sólo ando Arbus, hablando de ella, pensando en ella.
En el libro encontré esta cita de quien fue su gran maestra, Lisette Model, dice: "No hay mayor misterio que el que se establece con claridad". Así de contundente. Esta frase me acompaña ahora día y noche.

Y bueno, para no perder la costumbre de subir discos peruanos, poco difundidos, a este blog, y a modo de regalo de fin de año, quiero compartir con ustedes este disco de Shjjjjj, un grupo que estuvo integrado por Tomás Tello (guitarra), Teté Leguía (bajo), Bruno Sánchez (electrónica) y Alec Marambio (guitarra, trompeta). En el 2004 hicieron esta notable presentación en La Noche de Barranco, que quedó registrada para la posteridad bajo el nombre de "Gonta". La grabación ha circulado entre algunos afortunados y ahora la dejamos libre para que las aguas del ciberespacio le lleven hasta su insospechado destino. La combinación de sonidos es alucinante: rock experimental, jazz libre, electrónica y cumbia. Como lo leen, la cumbia no llegó a Barranco en el 2007, no, llegó en el 2004 con Shjjjj. Prestenle atención, esto es realmente bueno.

Descargar disco aquí

Saturday, November 08, 2008

Ni dulces ni psicóticos: Jesus and Mary Chain en Lima



Los Jesus and Mary Chain llegaron a Lima y lo primero que hicieron fue dejar plantados a los periodistas y fans que los esperaban en la conferencia de prensa. Menos mal no haber estado ahí, igual era imposible, en ese preciso momento tocaba Robin Guthrie en el Centro Cultural de España. Como siempre, un placer, un gran guitarrista, siempre sonriente. Guthrie toca con la misma sencillez con la que le sonríe a la gente. El lugar estaba abarrotado y todos soñando despiertos. Gran concierto.
Al día siguiente todo tuvo un ritmo vertiginoso. Por la tarde llovió. Había esperado demasiado tiempo para ver a los Jesus and Mary Chain. Quien no lo había hecho. Todos alguna vez nos hemos pasado días enteros escuchando el Psychocandy, sin escuchar otro disco más. Es especial, dentro de todos sus discos ese es especial, entre todos los discos que uno escucha en su vida, ese se hace especial.
Un afortunado periodista de El Comercio pudo arrancarles una entrevista a los Jesus ese mismo día. Les pregunta por Just Like Honey, ellos dicen que no esperen que la toquen. Porque claro, los Jesus and Mary Chain siempre han estado en su propia órbita y a diferencia de Robin Guthrie, no parecen tener muchos ánimos de sonreírle mucho a la gente. Y yo siempre pensé que los Cocteau Twins eran más apáticos. No era así. Al menos Guthrie parece demostrar lo contrario.

Llegué temprano al concierto. No había mucha gente a las ocho de la noche. Ni siquiera abrían el lugar. Todo parecía indicar que la cosa iba a empezar tarde y así fue. En ese momento Kylie Minogue tocaba también en Lima. Una pena perdérmela.

Atención: Una nueva angustia invade nuestra ciudad: la imposibilidad de la ubicuidad.

Finalmente estaba dentro del lugar, el Centro de Convenciones Scencia. Era un buen sitio, ideal para este tipo de conciertos. Lo primero que hice fue emocionarme porque la entrada general había resultado un golazo. Estaba a unos escasos 5 o 6 metros del escenario. Valga decir los tenía prácticamente al frente. Iba a poder sentir su aura. Al menos, eso ya lo tenía ganado.
Los teloneros hicieron un gran esfuerzo. Catervas y Resplandor, no sé que habrá sido, pero personalmente no me gustaron ninguno de los dos. Creo que yo tenía la cabeza en otra parte. O creo que ellos tenían la cabeza en otra parte. Qué será. Ahora que claro, cuando Robin Guthrie subió al escenario para tocar de invitado con Resplandor, el asunto se volvió especial. Que increíble que es Robin.
Y bueno, después de mucho esperar salieron al escenario los Jesus and Mary Chain. William Reid con su clásico cerquillo ensortijado y Jim Reid con su mirada de “yo tengo mi propio mundo”. Abrieron con “Snakedriver”. La gente perdió totalmente el control. Hubo pogo, flashes, coreos unánimes. Por parte del público el asunto fue bien de entrega. Hacía mucho tiempo que no sentía esa energía del público en un concierto (bueno, miento, en el concierto de Mayhem si había una extraña energía negativa que irradiaba del escenario y del público y hacía que todo fuese una gran masa de maldad que uno disfrutaba al máximo, pero bueno los metaleros tienen esa fidelidad). Los que estaban allí, al menos los que yo tenía cerca, eran unos reales fanáticos. Los Jesus and Mary Chain son una banda muy querida, sin duda. A ellos no sé si les importa mucho. De hecho, la nota de los Jesus ahora, en el escenario, es no hacer mucho alboroto. Son una banda tranquila pero con unas canciones alucinantes. Unos apáticos que hacen su show y si te gusta bien y sino peor para ti. Y eso era lo raro, porque la gente se jalaba de los pelos y no sabían que hacer desde allí abajo y ellos a las justas si sonrieron. No hacían mayor esfuerzo, no iban a salir a decir que ese iba a ser el mejor show de sus vidas. Lo que ofrecieron era lo que podían ofrecer, nada más.
Pero igual fue increíble. Cuando tocaron “Happy When It Rains” era yo el que no sabía que hacer. Sonó poderosa. Y cuando Jim gritaba “and we tried so hard/and we looked so good...” no había modo: o te estremecías atómicamente o te estremecías atómicamente.
Esperé también por “Some Candy Talking”, sonó austera, algo desganada. Yo ya sabía que iba a ser así, y tengo la sensación que siempre será así, porque la versión de estudio de esa canción es simplemente insuperable. Ni siquiera deberían tocarla, es casi un acto profano, nadie debería tocar esa canción, es demasiado perfecta. Cualquier intento siempre será en vano.
Y siguieron tocando los Jesus, cerca poco más de una hora. Tocaron “Just Like Honey”, no iban a ser tan canallas de no hacerlo. La coreada del público fue memorable. Esperé por “You Trip Me Up” y por “Upside Down”, pero nunca llegaron. Y ya pues, todo se acabó, significativamente cerraron el show con “Reverence”, que realmente sonó alucinante, hipnótica, Jim gritando “I wanna die!, I wanna die!”.
Y se acabó. Se prendieron las luces. De vuelta a la realidad.

Junto a unos amigos tomé una combi que nos dejó en el cruce de la avenida Javier Prado con Arequipa. Caminamos un poco, cosas del destino, los Jesus and Mary Chain estaban en una camioneta de lunas no polarizadas y, como será el mundo, la luz roja hizo que se detuvieran en el mismo paradero donde estábamos nosotros. Sólo yo empecé a saltar y a hacerles señas con las manos y gritarles: ¡Ey Jesus and Mary Chain!
No sé si me vieron, quizá sí, pero no hicieron mayor seña. El semáforo volvió a verde, ellos avanzaron en la camioneta embalados, era la ruta al aeropuerto, sin duda.
Nosotros seguimos caminando sin creer lo extraño de la situación. Ya serían las dos de la mañana. Uno de mis amigos sólo se limitó a decir ¡bah!
Había sido un gran día.


(Foto tomada del blog Sintonizando, si alguien tiene mas fotos envienmelas)

Friday, October 31, 2008

Avalancha de rock peruano

A la fiebre de los conciertos se suma una avalancha de discos peruanos esperados. Señal de un buen momento, no sólo porque los discos pintan bien, sino porque a ello se suma la aparición de más disqueras independientes y productoras. Me entusiasma. Para empezar el nuevo disco de Catervas esta ya haciendole agua a la boca a muchos (entre los que me encuentro) y espero pronto tenerlo en mis manos (se puede oir un nuevo tema en su myspace y circula por ahi un video del mismo tema, hecho por Henry Gates). Tambien le abriran a los Jesus and Mary Chain. Pero lo que llama poderosamente mi atencion es el disco debut de Mi Jardin Secreto, en donde el buen JJ de El Aire ha estado involucrado en la producción. El tema que se puede oír en el myspace está realmente muy bueno.
Otro disco esperadísimo (tengo que esperar hasta el 15 de noviembre!!!) es el de Serpentina Satélite, editado en la disquera alemana Trip in Time, que también tiene en su catálogo a dos peruanos mas: La Ira de Dios y El cuy. Pueden oirse algunos cortes en su myspace. Serpentina Satélite anuncia pronta presentación del disco en Lima.
Otro disco que acaba de salir y tengo muchos deseos de oír es el nuevo de El Hombre misterioso, editado por la disquera alemana Nasoni, que tambien editó un disco a La Ira de Dios.
Y para terminar, ya tengo en mi poder el segundo disco de Don Juan Matus y es realmente notable. Ya me extenderé más en todos estos asuntos, por lo pronto les dejo el dato.
Ah y quería felicitar la aparición de Madrugada Discos, esas ediciones con esa musica suavecita siempre me encantan (bueno, no siempre, pero esta vez esta super bien).

Monday, October 20, 2008

Shimdikiundipsun en vivo




Este viernes 24 Teté Leguía (Shimdikiundipsun) y Los Últimos en vivo en el Centro Fudación Telefónica. A propósito de su presentación le hice una entrevista a Teté.

Wednesday, October 08, 2008

Cuatro



He subido cuatro reseñas al blog de la sonoteca, discos de Omar Lavalle, Ida, Paulo Novoa y Metástasis. Voy a tratar de mantener el ritmo y subir con más continuidad. A los músicos no dejen de hacerme llegar su material y / o links de descargas. Bueno, gracias.

Monday, September 22, 2008

Adios a Kagel


Mauricio Kagel, uno de los músicos más importantes y renovadores del siglo XX, ha fallecido. Hubo un intento de hacer posible su visita a Lima hace unos años, cuando se le hizo un homenaje en la Argentina, su país natal. Lamentablemente no pudo concretarse. No sé que tanta haya sido la difusión de la música de Mauricio Kagel en Lima, creo que no mucha, aunque fue conocido por muchos músicos peruanos de su generación. Sólo tengo el recuerdo de la interpretación que hizo el conjunto alemán MusikFabrik de su pieza "Mirum" de 1965, hace ya dos años, en un concierto ofrecido en el Instituto Goethe.
La noticia de su fallecimiento ha aparecido ya en los más importantes diarios del mundo. Aquí la nota que aparece en el diario El País, de España.

En algún lugar tengo la imagen de un afiche de un festival en Alemania donde se presentaban obras de Mauricio Kagel y César Bolaños. Luego la postearé.

Sunday, September 21, 2008

Y también Javiera Mena...


Me entero por el blog Sintonizando de la visita de Javiera Mena a Lima, para el mes de diciembre, en la discoteca Vocé.
Javiera Mena es junto con Gepe, una de las voces chilenas más promocionadas de los últimos años y muy justificadamente. Tiene canciones muy buenas además de una voz muy dulce. El cover que hizo de Daniela Romo, "Yo no te pido la Luna", lo escuché hasta en la sopa, ya que se propagó como reguero de polvora y logró convencer a más de uno y una. Sin duda abarrotarán el concierto.

El auricular


Quería invitar a todos a ingresar a El auricular, un retrato de Lima a partir de los sonidos percibidos por la artista Luz María Bedoya.
El trabajo de Luz María ha estado siempre situado entre el límite de la acción artística y el gesto poético. Es también una gran fotógrafa y cuentista. Como verán sus intereses están lejos de anclarse en un sólo medio y más bien ha buscado siempre rehuir cualquier anclaje. El auricular es una prueba más de su permanente fuga creativa. Fuga, esa palabra quizá hablé bien de lo que ha sido su trabajo.

Noviembre

Hay dos noticias que ya todo el mundo sabe y quien no las sabe pues no sé en que planeta vive. Se trata de la visita a Lima de Jesus and Mary Chain y Animal Collective. Si bien los Jesus no tocan con la ingente electricidad de antes, siguen siendo los Jesus y por lo que he visto en el Youtube están dando shows notables. Para quienes han saboreado el dulce sicótico esto es un acontecimiento imperdible.
Lo mismo los Animal Collective, un grupo que desde que salió ha ido produciendo émulos a diestra y siniestra, y rapidamente se han convertido en una referencia dentro del pop experimental actual. No hay razón para perderselos porque además será gratis.
También quería comentarles que pronto estará pisando tierras peruanas Tetuzi Akiyama, un importante improvisador japonés, quién estará realizando dos conciertos, uno en Lima y otro en la selva.
Por otro lado, quería contarles que estoy subiendo comentarios de discos en un blog que hemos hecho como parte del proyecto de la Sonoteca, que es un archivo de música electrónica y experimental peruana, auspiciado por el Centro Fundación Telefónica.
Y nada, estoy haciendo miles de cosas últimamente. Una de esas es la realización de un documental sobre la escena de noise de Lima, que espero, si todo sale bien a principios del 2009 pueda estar listo.
He vuelto a resubir el disco de Jardín, en siguientes post seguiré subiendo más discos.

Thursday, May 22, 2008

Kuduru


Revisando algunos blogs descubrí esta simpática revista donde hay un artículo muy interesante sobre el kuduru. Un tipo de música original de Angola, de un ritmo irresistible ("el resultado del choque entre la música tradicional angoleña (semba, kizomba) y la música electrónica occidental (house, electro, techno)") y que ya se ha convertido en todo un fenómeno de las pistas de baile en Europa. Quién lo hubiera creído pero de no ser por Van Damme el kuduro nunca hubiera existido. Sí, por Van Damme. En este blog, donde se publica una entrevista al francés Freferic Galliano (una de las estrellas actuales del kuduru) se puede ver un video en el que Tony Amado, el creador del género, cuenta como le nació la idea.
No pude resistir la curiosidad y me bajé el disco de los portugueses Buraka Som Sistema (en la foto), que es como el grupo de kuduru más famoso, si bien han estilizado el género (suena a electro, a house, a techno y algo de reagueton con su toque exótico) no se puede negar que este ep es una fiesta de comienzo a fin. El espejismo de la música de la periferia en el centro del mundo nuevamente. A ver que les parece a ustedes, para que sacien su curiosidad les dejo aquí el disco para descargar.

Download

El blog de Bolaños


Nuestro gran compositor César Bolaños tiene ya un myspace, allí ha publicado una breve biografía y está subiendo algunos artículos sobre sus inquietudes musicales. Hace poco publicó el libro "Origen de la música en los Andes: Instrumentos musicales, objetos sonoros y músicos de la región Andina Precolonial" con el fondo editorial del Congreso del Perú. Bolaños sigue escribiendo, por si fuera poco ahora tiene un blog! y allí está publicando, textos, cuentos y reflexiones. Los invito a visitar el fascinante mundo de César Bolaños, su música, su imaginación, todo lo que en él nos queda por descubrir.

Arriba, un encuentro entre César Bolaños, Enrique Iturriaga, Francisco Pulgar Vidal, Luis Antonio Meza, Edgar Valcárcel y Celso Garrido-Lecca

Wednesday, May 21, 2008

Vavas y Elegante juntos


Vavas es el proyecto musical de Valentín Yoshimoto (Rayobac, Liquidarlo Celuloide, Ratrasados de hojalata, etc). Lo de Vavas es distinto a las freneticas arremetidas y ambientaciones de guitarra de Valentín de sus grupos más conocidos, en Vavas sale a flote el gusto de Valentín por el pop y la música electrónica dance (del 8 bit al electro, etc), y últimamente por el folk. Como saben Vavas publicó un disco muy bueno hace un tiempo en la ya fenecida Internerds.
Vavas no suele tocar muy seguido y al propio Valentín no se le suele ver muy seguido, por lo que es más que obligatorio asistir este viernes al Centro Fundación Telefónica para verlo tocar, junto a Elegante, proyecto musical de DannyM (Sonoradio), que también reaparece y que muestra el lado más audaz del chico detrás de Sonoradio. Nos vemos ahí.

Sunday, May 18, 2008

Jardín


Hace algún tiempo hablé en este blog sobre la aparición del Maqui de Hierro de Jardín , que fue el último trabajo publicado por el dúo limeño conformado por Raúl Gómez y Orlando "Liti" Ramírez en el 2005. Como se trataba de un trabajo publicado en cassette y en edición ultralimitada he decidido subirlo aquí para que lo puedan descargar. Haré lo mismo en adelante con otros cassettes y discos que no se pueden conseguir tan fácilmente. Espero disfruten este disco, yo pienso que es genial, de lo mejor de nuestra pequeña y a veces sorprendente movida experimental local.

Descargar aquí

Saturday, May 10, 2008

Sobre algunos discos que estoy oyendo día y noche

Como siempre suele pasar volví a abandonar el blog. A veces simplemente no hay nada que postear porque a uno no le nace nada que escribir. Pero mi vida siguió. He leído algunas cosas maravillosas últimamente, entre ellas entre ellas este poema de Lawrence Ferlinguetti que ha cambiado mi vida y que espero se las cambie a ustedes también.
He estado escuchando mucha música nueva últimamente y quería contarles de algunos discos que particularmente me han llamado la atención por alguna u otra razón.
Ah y dense una vuelta por Puro Show, un nuevo blog sólo de conciertos, donde he dejado ya varios posts.


Flower Travellin Band - Satori (1971)

Pasa una cosa rara con los japoneses, cosas que tal vez nunca entenderé, lo único que tengo claro es que además de llevar las cosas al extremo los japoneses son unos verdaderos fanáticos y no tienen ningún problema en rendirle homenaje a sus ídolos, en querer ser como ellos, en imitarlos (en algunos casos hasta ser incluso mejor que ellos). Pienso por ejemplo en la cantidad de discos que los Acid Mothers Temple tienen homenajeando a sus ídolos (un desfile de citas que incluyen a Terry Riley, Frank Zappa, Hendrix, King Crimson, Univers Zero, etc), una manera de llevar a su terreno lo aprendido y volcarlo con la marea de electricidad característica de la tierra del sol naciente.
Pero quería hablarles de los Flower Travellin Band, junto a Les Rallize Denudes, un grupo fundamental en la historia del rock nipón. Los FTB se dieron el lujo de emular a Black Sabbath y Led Zeppelin y llevaron el resultado a límites insospechados, hasta rozar la perfección, hasta hacer, por un instante, la mejor música del mundo. Sólo basta escuchar su fenomenal Satori (palabra que alude al acontecimiento zen) para caer rendidos. La fusión perfecta de hard rock con psicodelia y un tratamiento en la guitarra que combina folklore japonés con riffs que anticipan al llamado rock pesado y porque no, al stoner. Cuando arrancan los motores de FTB el combustible se hace inagotable. Pura intensidad. Satori es una verdadera bala. No tiene pierde, de verdad, este disco es una joya.


Univers Zero - Heresie (1979)

Reducido siempre a tres o cuatro dinosaurios el rock progresivo es un mundo más basto de lo que algunos pueden pensar. La variedad de estilos y subgéneros es enorme. Y dentro de ese mundo si hay un grupo que brilla con luz propia es Univers Zero. La audacia de su sonido los hace tan personales que en realidad están lejos de cualquier clasificación. Su temprana vinculación con el movimiento Rock in Opposition (creado por el Henry Cow, Chris Cluter, en 1978) tiene que ver con esa asociación con el sonido progresivo, ya que muchas de las bandas vinculadas al RIO tenían justamente ese sonido (Samlas Mamas Manas de Suecia, Stormy Six de Italia, Henry Cow de Inglaterra, Etron Fou Leublan de Francia). Pero digamos, eran la cúspide de un sonido que en realidad se había abierto a todo, eran más que nada bandas experimentales donde se mezclaba la improvisación libre, con el rock, con la música contemporánea, con el folklore de cada país y el resultado para cada caso terminaba siendo una cosa fascinante. Nada que ver con el insípido sonido de mucho progresivo actual que en realidad tiene más de música adulto contemporánea que de la búsqueda y experimentación característica del RIO. Univers Zero, como muchas bandas vinculadas al dicho movimiento, heredan cosas de Frank Zappa, de Magma y de la música académica de Bartok y Stravinsky a las radicalidades de la música de vanguardia. Se les suele llamar a lo que hacen “rock de cámara” ya que se trata de un ensamble musical que incluye oboes, violín, viola, etc pero también instrumentos eléctricos. De todos los discos que voy escuchando, Heresie (1979) es el más raro y siniestro: voces lúgubres, atonalidades inesperadas, violines escalofriantes cuando no esquizofrénicos, un clima oscuro cubre el disco. La herejía como se sabe es una práctica que se opone al dogma cristiano. Y es la imagen perfecta para definir el camino que abre UZ, lejos de todo esquema, de toda preconcepto. Con este disco UZ aportaron su grano de arena a la erosión de fronteras musicales (academicismo o popular) y le dieron la vuelta (como las otras bandas del RIO)a una forma de hacer música ante la que el punk por ese entonces había surgido como alternativa.


Amauta –Amauta (1980)

Estoy absolutamente fascinado con la aparición de blogs con música de libre descarga. Es lo mejor que pudo haber pasado ya que ha permitido que existan blogs temáticos de determinado tipo de música y dentro de este gingantesco mundo, los blogs de rock por países. Hay blogs dedicados al rock uruguayo, al rock argentino, al chileno, al boliviano, brasilero, al peruano, etc. ¿Y esto que significa? Pues es simple, al ver todo el material a disposición me doy cuenta del gran desconocimiento que existe respecto de lo que ha ocurrido en nuestros países vecinos. Algo que nunca acabo de entender. Fue así como llegué a Amauta.
Amauta es un grupo surgido en Ecuador y formado por Fernando Albornoz, Angel Cobo, Galo Garrea, Tomás Lefever y Pedro Pino, estos dos últimos de nacionalidad chilena. Léfever es un compositor vanguardista contemporáneo al peruano Celso Garrido–Lecca (quien debe haber conocido a Lefever pues vivió por la misma época en Chile, y como Lefever fue también alumno de Free Focke, un compositor discípulo de Anton Weber). Exiliados tras el conflicto político chileno Pino y Lefever se van a radicar a Ecuador donde empieza la historia de Amauta.
En un primer instante Amauta recuerda al sonido de El Polen pero también hay un acercamiento a la nueva canción latinoamericana (sobre todo en temas como “Concreto Polar” o “Hay un lugar” que trae a la mente a Victor Jara y/o Voleta Parra). Y eso me hace pensar un poco en la experiencia de Tiempo Nuevo, que fue justamente el grupo que Celso Garrido-Lecca hizo a mediados de los 70s en el Perú tras su salida de Chile debido al conflicto en dicho país. Estando de vuelta en Perú, en pleno gobierno Velazquista, Garrido-Lecca fundó el Taller de Canción Popular, y luego el grupo Tiempo Nuevo, e introdujo así en nuestro medio la canción latinoamericana y sobre todo la chilena.
El asunto con Amauta parece tener una historia similar, aunque la juventud de sus integrantes parece ser la razón de esa filiación rock que sumada a la inquietud vanguardista de Tomás Lefever (quien se incorpora hacia fines del 79) hacen del resultado algo bastante original. Además de tratarse creaciones colectivas, Amauta integró diversos planteamientos musicales: el sonido propiamente andino, planteamientos de la música de vanguardia y del jazz: atonalidades, disonancias, improvisación. Pero también hay algo de blues, algo incluso de sonido progresivo (“folklore progresivo” le dicen). Lo que me entusiasma es que Amauta es un ejemplo de que es posible estar abierto al mundo, sin dejar de ser uno mismo. Una verdadera muestra de avanzada popular, hoy que se habla tanto de fusión, deberíamos recordar un ejemplo como el de Amauta, que es más que puro guiño, es auténtica asimilación de dos mundos.

Maurizio Bianchi - Technology (1981)

El italiano Maurizio Bianchi produce los sonidos que uno ya no desea recordar. Te atormenta con atmósferas a las que ya no quieres volver. Te hace testigo de aquello que sólo puede producir vértigo. A Bianchi parece sólo preocuparle el fondo, tocar fondo, ir al encuentro de la zona más oscura, donde todo aún es informe, a la raíz del miedo. Su música está pensada como una experiencia de choque, lo que quiere es que te des contra sus sonidos como si te dieras contra la pared, contra ti mismo. Sus discos son extrañas construcciones de sonidos encontrados y procesos artesanales: collages de vinilos, juegos con pedales, efectos caseros, sombrías máquinas de ritmo. Un individuo trabajando a solas, construyendo bloques sonoros sobre el desastre y la enajenación. Maurizio Bianchi es lo que podríamos llamar un verdadero músico de culto, es considerado como uno de los padres del noise y una figura clave de la música industrial, de esa que nace con Throbbing Gristle, SPK, NON y que luego N grupos continuaron, entre los cuales Illusion of Safety, Club Moral, Nocturnal Emission o Stujclffe Jugend sean de los más originales de una lista sin fin. Las aventuras de Bianchi datan de fines de los 70s. Por entonces edita casettes bajo el nombre de Sacher-Pelz, inspirado en Sacher Masoch, autor de La Venus de la Piel. Hay todo un halo de misterio entorno a su vida: un lapso de 14 años alejado de la música, un retorno con rollos cristianos, un cambio también en su sonido, orientado más al ambient e interesado en ideas metafísicas. No ha perdido la audacia, sus últimos discos también me hacen temblar, pero es el Bianchi de fines de los 70s y comienzos de los 80s el que por ahora me obsesiona, sobre todo por la textura sucia y casera de sus sonidos.
Hay cierto consenso en ver su Sinfonía del genocidio (1981) como su obra cumbre, recientemente reeditada por la ominosa Hospital Production. Sin embargo de todo lo que oí hasta el momento he quedado perturbado con su Technology (1981), y sus hipnóticas burbujas de noise en contrapunto de solemnes notas que parecen venir de un órgano catedral, que avanza como una capa discreta bajo el estruendo del noise que va mutando hacia formas cada vez más inquietantes: balaceras, bombas y demás emulación de artillería terminan dominando todo el espectro sonoro. ¿Es la tecnología la que avanza y vence? ¿Es que detrás hay una pregunta por a dónde nos está llevando todo esto?


Burning Star Core – Operator dead... Post Abandoned (2007)


Spencer Yeh es de esos artistas de quien uno diría que se mueve entre lo académico y lo no académico, entre la escuela y la calle y sin embargo es muy probable que el mismo Spencer Yeh no comprenda qué es eso de estar entre uno y otro lugar, porque tal vez para él todo sea un mismo lugar. Nacido en Taiwan pero instalado en Ohio desde muy pequeño, es una de las figuras más descollantes de la actual escena experimental gringa, que sigue teniendo como centro de gravitación a Nueva York. Tiene decenas de discos editados, un sello propio (Drone discos) y colaboraciones con gente igual de notable y diversa como John Wiese, Yellow Swans, Aaaron Dilaway, Chris Corsano, Thurston More, etc. Sus discos incluyen sonidos guturales, sonidos electrónicos, procesos diversos y ante todo una destreza asombrosa con el violín, su instrumento principal. Hace no mucho, con su proyecto Burning Star Core, editó un disco con el sello No Quarter, llamado Operator Dead...Post Abandoned, que es una joya. Para este disco ha contado con la participación de Trevor Tremaine, baterista de los extraños Hair Police, además de Robert Beatty y Mike Shiflet en la parte electrónica.
Operator Dead es uno de esos discos de atmósfera apocalíptica overdub, a la manera de los momentos más densos de grupos legendarios del industrial como Throbbing Gristle y SPK. Con la diferencia que Spencer Yeh toca el violín como los dioses (hay que oír sus improvisaciones en solitario) y entre la masa de ruido aparece el violín creando un contrapunto muy intenso. La batería de Tremaine y los sonidos opresivos del experimentado Mike dan el cuerpo necesario para que los desaforados chillidos del violín procesado nos sumerjan en una experiencia psicodélica tan angustiante como extática. “The Emergency Networks are Taking Over”, el tema final del disco, es una fascinante combinación de estilos que cruza el industrial, la improvisación, lo free y el drone.
Pero es el título del disco lo que ha hecho volar mi imaginación.
No pude evitar recordar todo el tiempo ese cuento de Ray Bradbury, “Llamada Noctura”, donde se narra la historia de Emil Barton. Un piloto que un día se precipita con su nave espacial en Marte, un planeta vacío, sin posibilidad de retomar contacto con la tierra. En su espera de ser rescatado, y para paliar la soledad, construye unas estaciones telefónicas con el equipo de su nave, graba diversas preguntas y respuestas y ubica estas estaciones en varios puntos de Marte, de modo que podía visitar varias zonas y recibir una llamada telefónica y hablar todo el tiempo con él mismo. Asi se pasa la vida conversando por cincuenta años. “Estoy sólo. No vivo más que cuando hablo, así que tengo que hablar”, se dice en algún momento el desdichado Barton, quien al final termina siendo devorado por su propia creación. Los diálogos, sin embargo, seguirán sonando como única presencia en ese planeta vacío. ¡Hola Barton! ¿Si, Barton?...
Lo fascinante de este cuento es la creación de una realidad virtual que termina devorando a su creador. Lo virtual termina desapareciendo al operador. El cuento fue publicado en el volumen Fantasmas de lo nuevo, en 1943 y entre muchas cosas anticipa un temor actual: el de estar siendo absorbidos por una gran realidad simulada que puede terminar por desaparecernos. La muerte de Barton es lo que inquieta en el cuento, porque a pesar de estar muerto esos diálogos siguen allí simulando un universo de sentido, pero son vacíos, mecánicos. Metafóricamente la muerte de Barton podría ser la pérdida de nuestra sustancia matriz, de nuestra esencia.
No sé en qué estuvo pensando Spencer Yeh pero yo pensé en esto todo el tiempo y recordaba la cantidad de horas que paso conectado a esta máquina, conversando con personas a quienes tal vez nunca les vea el rostro, fascinado con tantos e infinitos paisajes digitales y no me hace problema eso pero pienso cuantas cosas ya han cambiado, qué manera de quitarnos el aburrimiento tenemos ahora, quiero ver más, quiero leer más, quiero escuchar más, todo dentro de la pantalla, que a veces parece que no vivo sino lo hago.

Sunday, April 06, 2008

Este miércoles 9 Conferencia La Virtualidad Real: el tejido de la vida digital




Hola a todos

Este miércoles 9 de abril se inicia un ciclo de conferencias muy interesante, titulado "Lo virtual y el ciberespacio, fantasias dentro y fuera de la pantalla". Las conferencias se realizarán en el Centro Fundación Telefónica (Av Arequipa 1155). Esta primera fecha contará con la participación de Eduardo Villanueva, quien es autor de los libros "Senderos que si bifurcan, dilemas y retos de la sociedad de la información" y "Comunicación interpersonal en la era digital".
Su conferencia lleva por título "Virtualidad real:el tejido de la vida digital"

El próximo martes 15 de abril estará el sociólogo Nelson Manrique y el miércoles 23 de abril, el crítico de cine Ricardo Bedoya. Difundan esta información y no dejen de asistir que estará muy interesante.

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Miércoles 9 de abril
7pm

La virtualidad real: el tejido de la vida digital

La experiencia cotidiana de millones de personas en el mundo entera está marcada por la utilización de dispositivos, redes y servicios digitales. Este tejido digital, llamado ciberespacio gracias a William Gibson, aparente ser el mismo en todo el mundo, tener la misma estructura y los mismos patrones de uso.

Sin embargo, tras las formas digitales aparecen las prácticas sociales que existen en cada versión local del ciberespacio, o si se quiere, en cada una de sus provincias. Conocer las provincias del ciberespacio nos permite entender mejor cómo lidiamos, desde las varias versiones del Perú conectado, con la realidad de la vida digital, con un tramado de tecnologías, medios y prácticas que aunque de apariencia global, tiene mucha especificidad local.

Partiendo del concepto castelliano de virtualidad real, la exploración nos llevará desde las múltiples manifestaciones provinciales hasta las realidad globales, ofreciendonos una perspectiva de continuidad en la diversidad y de autonomía en la clara tendencia hacia la unicidad global.

Tuesday, March 25, 2008

La felicidad, ja ja


Desde hace un buen tiempo los blogs se han convertido en espacios para descargar música. A tal punto que la misma noción de netlabel también empieza a redefinirse. Ahora todo el mundo puede subir de manera sencilla sus audios y dejarlos para libre descarga. Una forma de democratizar la información y de traerse abajo los antiguos mecanismos de distribución de la música. Son tiempos nuevos, no se si mejores, sólo nuevos, y entre las lágrimas de quienes veían en la venta de discos y los derechos de autor un negocio, algo nuevo está surgiendo, el negocio se dirige hacia otra parte. Con la cultura del Ipod todos convierten la música a mp3, el formato por excelencia de la actualidad. Y allí puedes almacenar decenas de discos, cientos de discos, es la cultura del asegurar todas las posibilidades. Tienes en tu Ipod todas las canciones a tu disposición, todas las que en algún momento te gustaría escuchar, aunque tal vez nunca (nunca) escuches todas las canciones que allí tienes.
En los últimos meses he descargado una buena cantidad de discos a través de blogs, de todas partes del mundo, discos actuales, discos peruanos, etc. Hay de todo, aunque no hay todo. Así que he decidido, cada vez que la situación lo amerite subir también algunos discos que atesoro.
Como saben algunos hace cuatro años apareció este blog como extensión de una revista de música que edité llamada Autobús. Aparecieron dos ejemplares y con cada una vino un disco de regalo, editado bajo el sello creado para la ocasión, Buh Records. El primer disco editado tiene un valor especial para mí, se llama "Vamos a ser felices", título que se lo debemos a quien fue el generador de la idea de la compilación (resistiré la tentación de escribir su nombre en este blog). Disfruté mucho el proceso de sacar adelante este disco, en algunos casos tuve que ir a un concierto con una grabadora de mano, grabar un par de canciones de cada grupo, subirla a la computadora, hacerle una edición y ya estaba listo el tema. Más Do it yourself no se podía ser. Una amiga me dijo "oe ya es demasiado lo fi". Y si pues, esa era la idea con este disco, una compilación de bandas nuevas, algunas disueltas al día de formarse que tenían un tema bueno, canciones dulces, experimentalismo, todo estaba permitido en este disco con tal que contribuya a crear ese universo de dormitorio y de libertad. La idea del no tienes nada que perder, un disco que rescataba esas canciones guardadas como travesuras inspiradas de fin de semana. La no profesionalidad en su esplendor, el encanto de hacer las cosas sabiendo que no aspiras a nada que no sea a divertirte y vaya de qué modo. Algunos artistas / grupos que participan de este disco estuvieron y/o siguen totalmente dementes.

Pasó el tiempo y debo decir que me entusiasma el cariño que algunas personas guardan por este disco. Lo he vuelto a escuchar y la verdad me encanta. Disfrútentlo ustedes también.


Aquí les dejo el enlacepara descargar

http://www.archive.org/details/VamosASerFelices/

Wednesday, March 05, 2008

El mundo de Yuyu


La primera vez que supe de Pauchi fue en mis días de estudiante en la facultad de comunicaciones de la PUCP, en el 2000. Ella estudiaba periodismo y yo comunicación audiovisual. Todo el mundo hablaba de Pauchi y creo que, prácticamente, no había ningún estudiante de la especialidad de artes escénicas, que se respete, que no supiera quien era ella, ya que Pauchi musicalizaba cuanta obra teatral y perfomance pudiese (quien tenga la oportunidad de revisar su grueso currículum sabrá de lo que estoy hablando). Bastaba verla en vivo para olvidarse de la obra y quedarse sólo con el recuerdo de los sonidos que ella le arrancaba a su violín, un instrumento que la ha acompañado desde pequeña hasta el día de hoy que viaja por el mundo con su música.

Pauchi iba a los conciertos del circuito underground de música experimental y siempre que podía tocaba allí. Se había ganado un espacio gracias a su arrollador talento que dejaba a más de uno mudo y emocionado. Todos querían tocar con ella y Pauchi nunca tuvo ningún reparo en tocar con cuanto avezado ruidista y electrónico hubiese. Esa apertura, que hasta ahora conserva, es una de las virtudes que más la distingue. Si hay las ganas ella siempre está preparada para la aventura. ¿Quién podría olvidar su celebrada improvisación al lado del argentino Alan Courtis, o sus performances con Jardín, con Omar Lavalle, Renzo Filinich, Teté Leguía, Elder Olave, etc.? Para Pauchi tocar es un placer y creo que ella podría estar haciéndolo todo el día, como si la vida fuera una experiencia musical o viceversa.
Pauchi ha estado recorriendo varias ciudades de Estados Unidos tocando con el músico Tito La Rosa. Se ha ido al Japón y ha estado mostrando su propia música, esa que tanto disfrutamos en sus performances Cuarto Blanco, El Baño y El Depósito. Y que ella ha tenido el buen gesto de editar en un disco para ofrecernos a nosotros, simples mortales, que la admiramos y estamos siempre atentos a sus movimientos.
Yuyu es entrañable. Fue editado de manera independiente en el 2007. Es un disco que se declara expresamente como de imágenes, “de esas que no pueden contarse con palabras”. Yuyu es un disco de deleite. Pauchi busca ser ella y su música libremente, a donde la lleve. Tiene cierto aire oriental (no hay que olvidar la ascendencia japonesa de Pauchi), algo del canon de Pachelbel, algo del eclecticismo que produce la fusión de lo ancestral con lo moderno, algo de collage sonoro. Esto último quizá no sea tan visible en el disco como lo es en sus presentaciones, donde suele conectar su violín a pedales y samplear su voz, sus quejidos, su tos, etc para crear capas de sonidos multiplicados, sobre los que su violín inicia un viaje sin retorno, con nosotros incluidos. Este no es pues un disco donde Pauchi explore mucho las posibilidades del violín amplificado (como suelen ser sus vivos) sino que es un trabajo de exploraciones en la melodía. “Do You II” es notable en ese sentido. “Llanto de Orfeo” tiende algún puente con la música contemporánea, es una pieza realmente escarapelante, el sonido parece que se acaba en algún punto en el desierto. Pauchi sabe conseguir esos efectos de espacios solitarios. Su violín parece siempre acompañar alguna situación difícil pero es tan intensa su interpretación que el asunto va más allá del paisaje que ella describa. El asunto se vuelve una relación entre ella y su violín y el trance del que nos hace testigos, antes que otra esa imagen llega a nosotros. Porque si algo ha conseguido Pauchi es eso, crear una simbiosis entre su instrumento y ella. ¿No son acaso esos sonidos corporales pasados por el delay una forma de extenderse para mezclarse con el sonido de su propio violín? Ser uno con su instrumento no es algo fácil y Pauchi quiere demostrarnos que está para grandes cosas. Ojalá la tengamos de nuevo por Lima para emocionarnos con otra de sus presentaciones. Por mientras dejemos que la luz caiga y nos invada el universo mágico de Yuyu.

pd. el disco se vende en la tienda neomutatis o a través de la web de Pauchi

Thursday, February 28, 2008

Los niños y su mundo o el arte de hacer una compilación




Siempre he tenido especial interés en escuchar discos compilatorios que no sean del tipo “grandes éxitos” sino de esos que están armados siguiendo esa norma clásica del mix tape. O sea eliges tus canciones favoritas, les das un orden, un título y ahí tienes: una compilación absolutamente novedosa y fresca. A lo largo de mi vida he hecho muchas compilaciones, sea para regalar a amigos, a chicas que me gustaban, sea porque tenía el encargo (muchas se han publicado), sea porque había una idea que me obsesionaba y de pronto encontraba que había suficientes canciones como para compilarlas en un disco (me he quedado noches enteras dándome el gusto de hacer una compilación porque no iba a poder dormir sino la terminaba).
Cuando en una compilación la idea logra trascender a cada tema y todo el disco se hace sólido a pesar de las diferencias que pueda haber entra tema y tema es porque se ha conseguido hacer una buena compilación. Pero también es fundamental el orden de los temas, la secuencia que hace que de uno a otro la cosa fluya o se quiebre naturalmente. Recuérdese que ante todo es música y lo que importa es disfrutarla. Las mejores compilaciones, a mi gusto, son aquellas donde hay libertad de poder hacer de todo, donde sabes que lo que tienes no es un disco sino un tiempo (60 minutos, 50 minutos) donde todo puede pasar. Valoro mucho cuando se trata de canciones o temas que nadie había notado que eran geniales hasta que un oído iluminado descubre la genialidad oculta al fondo de un disco y te saca una joya. Y por último, una compilación debe tener un mínimo de sentido del humor o frescura. Esas compilaciones para cortarse las venas no corren. Nada más aburrido.
Una de las compilaciones que me ha dejado con una sana envidia y con unas ganas alucinantes de armar la mía personal ha sido Latinamericarpet exploring the vinyl warp of latin american psychedelia recientemente editada por Sublime Frequencies. No sólo cumple absolutamente con todos los requisitos arriba señalados sino que además se da el lujo de conseguir otra cosa (que si lo consigues tu compilación es genial!): crear un universo musical o la ilusión de su existencia.
Vayamos en orden. Actualmente existe todo un boom de músicas periféricas, que se han vuelto la mejor alternativa para alimentar la ilusión de un camino distinto, con reglas de juego distintas ante el hastío que produce la música actual y que nos hace sentir que hay mucho pero mucho por descubrir. Un sello como Sublime Frequencies anclado en Seattle (dirigido por Alan Bishop, junto a Rick Bishop miembro de los Sun City Girls, una banda fundamental de free noise rock) ha sabido encontrar un nuevo nicho en la experiencia de lo nuevo: el choque cultural que nos sacude y asombra, descubriendo para el mundo músicas populares de los rincones más inhóspitos del globo (África, Asia, Latinoamérica, etc), conectando también con la anulación de la distancia de una época tan marcada por la virtualidad y la idea del “tiempo real” (sí, casi siento que estoy en Tailandia o Sumatra cuando escucho esos discos y esos programas de radio, es que realmente estoy ahí a mil kilómetros de ahí!!). Lo especial de Sublime Frequencies es que la música es presentada con la radicalidad que a veces se hecha en falta a mucho del mundillo de la World Music. De ahí que no sean ajenas las guitarras eléctricas o los sonidos electrónicos acompañando ritmos tradicionales en fusiones realmente desconcertantes. Nada está maquillado ni pasteurizado. Sublime Frequencies te muestra las cosas en bruto, tal y como son, eso explica también su interés por editar grabaciones de programas de radio, con la aleatoriedad que eso implica.
Prueba de esa radicalidad es un disco como Latinamericarpet exploring the vinyl warp of latin american psychedelia un disco pensado para un público que ha ido descubriendo los poderes de la psicodelia sesentera latinoamericana (donde la peruana ocupa un lugar especial) y que busca abrir aún más el panorama y encontrar ese espíritu psicodélico en esa música que fue concebida con propósitos, digamos, más amables: viejos vinilos de los 60s y 70s de música infantil, de lecciones de ingles, de relajación, de programas de concursos, discos de música popular varios y otras rarezas exóticas que compilados a modo de un collage o mix tape muestran un ángulo diferente de nuestro imaginario popular latinoamericano (concretamente de Brasil, Chile, Perú, México, Argentina y La Isla de Pascua). Para que se hagan una idea de los participantes por el lado peruano: Yola Polastry, Los Destellos (quienes sirven de portada), Conjunto Condemayta De Acomayo y La Gringa Inga (dos temas de su disco de lecciones de ingles!!). Los estilos son variados, desde huaynos, música surf, canciones infantiles, cumbia, rancheras en clave easy leastening, psicodelia, drone (!!!), etc.
“Todo el cerebro, toda la mente sirve como caja de resonancia que surge en forma de espiral y en forma de espiral penetra directamente al entrecejo” así inicia un tema que insospechadamente termina en un drone alucinante, sacado ni más ni menos que de un viejo disco argentino de relajación.
Fascina pues que es una selección de temas hecha por un oído preocupado en descubrir sonidos insólitos, gags y todo tipo de experiencia sonora atípica que hace de la suma de sus partes un verdadero elogio a la inocencia subversiva, a lo absurdo que aparece como desenfreno de alegría y espíritu lúdico, y es imposible no pensar en cierta sintonía Dadá por ese énfasis tan marcado en el mundo de los niños.
La compilación termina siendo una auténtica experiencia psicodélica, una alteración de los sentidos, pero sobre todo una experiencia de júbilo en donde la música se desarrolla con una inocencia y libertad que arrastra ese carácter lúdico y nos hace participar por casi una hora de una fiesta inolvidable. Yo he quedado literalmente exhausto al oír este disco y me he sentido como un niño destruyendo todo a mi alrededor en exaltación de alegría y juego. Sin duda esta es una de las compilaciones más atípicas y desconcertantes que he escuchado. Bájensela y disfrútenla. Aquí nada sobra.

Monday, January 07, 2008

El deseo, el deseo, el deseo


Entre lo mejor del año, para mí, están mis horas dedicadas a leer. Sobre todo libros de poesía. Este año descubrí a muchos autores, entre ellos a Juan Eduardo Cirlot, a quien ahora leo con devoción, tal vez porque su musa Bronwyn resume muchas obsesiones mías: “Bronwyn/no salgas de las aguas, no abandones/ tu imagen incendiada hace mil años. /Ven hacia lo que no puede tocar ni el sólo pensamiento”.
Bueno, esto es a lo que podríamos llamar un caso de platonismo extremo, un amor desmedido por lo que no llega (y no llegará). Como vivir permanentemente acosado por el deseo.

AL ENCUENTRO DE LO REAL

El seminario del año fue el de “Lacan y la arquitectura”, organizado por Paulo Dam en el Centro Cultural de la Católica. Durante tres días unos brillantes Mario Montalbetti y Jean Stillemans le daban sentido a la idea de que la arquitectura pueda entenderse como un discurso, usando para ello teoría lacaniana.
Me quedaron muchas ideas luego de asistir al seminario, muchas preguntas y una lista enorme de cosas por leer.
La historia de Zeuxis y Parrhasios fue aludida en reiteradas ocasiones. Es la historia de los dos pintores que hacen un concurso para saber quien es el mejor. Llegado el día cada uno presenta sus pinturas cubiertas bajo un velo. Zeuxis es quien la descubre primero y muestra la imagen de un racimo de uvas tan bien pintado que unos pájaros que volaban por ahí se lanzaron sobre el lienzo. Luego fue el turno de Parrhasios, a quien le piden que descubra el velo para mostrar su obra, cuando él entonces dice: “yo he pintado el velo”.
Parrhasios pudo engañar a los hombres, Zeuxis sólo pudo engañar a los animales, en teoría Parrhasios debería ser el ganador, pero ¿por qué?

*

Lo real, en términos lacanianos, si entendí bien, es aquello con lo que no podemos tener un encuentro, es una dimensión de ausencia, lo que falta, un resto que no podemos definir y sólo podemos saber de esa ausencia, de ese vacío, a través de la dimensión de lo simbólico (la dimensión de la representación, del lenguaje), que junto a la dimensión de lo imaginario constituyen al ser hablante. Montalbetti dijo “si no tenemos lenguaje no nos va a faltar nada”. O sea es porque hay lenguaje que tiene que haber esa dimensión de ausencia. Estas tres dimensiones (lo real, lo simbólico y lo imaginario) están entrelazadas como el nudo Borromeo entorno a un objeto a, que por lo que entiendo, es el goce pendiente.



Se puede ver que los anillos están entrelazados y que si cortas uno todo el nudo se deshace.

TILSA EN LA LLAMA DOBLE

Iniciaba este post con un aparente recuento de lo mejor del año. Aparente porque en realidad prefiero hablar sólo de las cosas que llamaron verdaderamente mi atención y entre ellas estuvieron los libros de poesía que leí y que me dejaron pensando en muchas cosas, lo cual supongo debe ser bueno: Horoskop de Jose Carlos Irigoyen (El billar de Lucrecia), Los Ríos en Invierno de José Miguel Herbozo (Fondo Editorial Pucp), Indivisible de Tilsa (Album del Universo Bakterial). Empezaré por el libro de Tilsa.
Tilsa es una joven poeta (y lúdica blogger) que puede ser ubicada generacionalmente al lado de Cecilia Podestá, Andrea Cabel y José Miguel Herbozo, entre otros, digamos, poetas nacidos en el primer lustro de los 80s. Publicó en el 2004 su primer poemario Mi Niña veneno en el Jardín de las baladas del recuerdo, con la editorial Album del Universo Bakterial, que tuvo una gran acogida. Ahora ha publicado su segundo libro: Indivisible.
En línea general es un libro sobre el ya no poder (o no haber podido) contenerse, un libro sobre el placer y sobre la tentación consumada que lleva a él. Un límite que superado genera toda una revolución personal: “y ya no pude contenerme/el universo invadió cada rincón/creando nuevas colonias dentro de mí”.
El personaje, digamos “Tilsa”, está en su remolino de desconexión e integración a esas cosas placenteras que la invaden, la asedian y finalmente la controlan. La libertad que experimenta, a la que se ha entregado, es tan grande que la rebalsa y es una libertad que lo contiene todo, lo bueno y lo malo (la imagen de la serpiente resuena en todo esto: “la serpiente/ la línea que ordena tus días”). Es una actitud sana, el deseo mueve al mundo y uno debería estar acostumbrado no sólo a desear sino también a ceder a las tentaciones y electrocutarse finalmente con el placer. El placer en un sentido amplio, de realización. Y “Tilsa” cede absorbida ante el hechizo, encantada, narcotizada por aquello que la tienta. Como Eva dulcemente derrotada frente a la manzana.
Y de ese control que rompe entra a uno nuevo: “oh sí/ se siente tan bien/ que tu actitud domine mi mundo”, “Gestioné todo mi Amor desde que rompiste las reglas con las que dios medía mi habitación y me arrastraste por el suelo dándome a conocer una mejor calidad de vida, vistosa a todas luces, clavada en mi inocencia ilusa que salivaba con demencia”. Esta parte de los poemas me gusta bastante, ese jueguito del sometimiento funciona bien, perturba los roles y en el fondo no se sabe quien controla a quien, si uno es libre o esclavo en el placer. Recordé ese poema de Cernuda que dice: “libertad, no conozco libertad sino la de estar preso en alguien”. Tal vez tenga que ver con eso: ese nuevo territorio de libertad adquiere la forma de un refugio, sentirse dentro de alguien es ser preso o protegido, guiado. La cosa es no estar a la deriva.
Hay dos planos en todo esto. La cuestión que tiene que ver con el deseo y lo que tiene que ver con lo que se encuentra dentro de él: “Tengo miedo de mi mente/ cuando me engaña, me dice sí o no”. Y es que siempre volvemos a esa doble dimensión que canaliza el deseo, ese juego permanente de la duplicidad que arman ese gran todo insinuante que es lo que invade a “Tilsa” y la perturba. Un sí y un no, libertad y prisión, placer y dolor, tú y yo, dos lados del cerebro, siempre dos cosas inseparables, siempre dos opciones que llegan juntas y que sería bueno que no confundan pero parece que es difícil, siempre estarán las dos actuando al mismo tiempo. Y ese creo que es el quid del asunto: vivir en lo indivisible es saberse expuesto a múltiples estímulos que se confunden entre sí, como entrar a un remolino de azares, pero es también apostar por la aventura, y la aventura más que un punto de llegada es un proceso: “Hey, así trabajamos en Indivisible/No precisas una respuesta/el tiempo sobra/la inmensidad es nuestro proveedor”, “Oh sí/todo lo que quieras/ pídelo/y después haz otra cosa”.

Hay un tono desafiante en el libro. Una proclamación de independencia, que advierte que de este lado uno está en su renuncia a todo, en su viaje de fantasía y es un poco el precio de haber partido: “De pronto partí y los dejé a todos solos ¿debo pedir perdón? ¿quién está con ustedes?”. Que en realidad es la búsqueda de una autonomía en el encuentro con el otro, con un otro etéreo, que es la imagen de la fantasía, del goce que te libera, que te define: “Mi aspiración máxima, aunque a nadie interese, era cortar mis cadenas con el alicate de tu boca angulosa y despedirme ya de aquellas reglas de los padres”.
La autonomía implica siempre una relación con el otro, es diferente a ser un eremita. Recordaba justamente lo que Montalbetti explicaba en su conferencia acerca de la teoría del significado basada en las relaciones diferenciales: ¿qué es una montaña? Aquello que no es ni una colina ni un cerro. ¿Y qué es un cerro? Aquello que no es ni una montaña ni una colina y así. El significado se genera por relaciones diferenciales entre los componentes de un sistema, cada uno es importante para establecer el significado del otro, son relaciones necesarias, inseparables, podemos decir que cada palabra es el centro de un sistema y cuando hablas de una estás hablando implícitamente de las otras, porque no puedes otorgarle un sentido a una sin suponer a las demás. Pienso en eso cuando Tilsa dice “Puedo hablar siempre de mí y sabes que estaré hablando de ti”, “donde comienzas tú termino yo”. Lo indivisible es ese sistema en el que ella se ha descubierto y es allí donde hay que afirmarse, donde hay que hallarse. Detrás de todo parece haber una pregunta por quien soy, qué soy, y una respuesta que queda diseminada en todo lo que la rodea. Como todo aprendizaje en la vida, hay que probar para saber: “Ya no eres un niño ni una niña, tampoco has muerto. Debes salir por algo de comer hasta que descubras que siempre estuvo dentro de ti y probarás tu esencia, no podrás parar y luego estarás indigesta”.

HERBOZO Y EL SILENCIO

Si Indivisible era una montaña de las tentaciones, Los Ríos en Invierno es una abadía en el desierto y José Miguel Herbozo es el joven discípulo de algún místico asceta que se ha ido levitando quien sabe a donde. Compré Los Ríos en Invierno atraído por el título y obviamente porque el libro había ganado el primer premio de la Universidad Católica y bueno, no tenía porque aguantar la curiosidad. Había leído antes algunas cosas de Herbozo y me llamaba la atención ver que onda ahora, como ha avanzado la cosa, que anda diciendo por ahí. José Miguel ha publicado Acto de Rito (2003) y Catedral (2005). Los ríos en Invierno es su tercer libro.
Un río en invierno es la imagen de una cosa que fluye en una estación triste. La vida en una temporada fría y lo frío siempre sugiere lo inmóvil, lo que no se mueve, lo que no fluye, lo que no tiene vida. Los ríos en invierno puede verse como un libro sobre ese tránsito complicado de “la vida misma cuando calla”. Una vida de silencio que fluye inerte en espera de ese chispazo que le otorgue sentido a las cosas y que destruya esa melancólica inmersión, ese vacío que a uno lo sume en el silencio, en el no decir, que se ha tornado en conflicto y del que se espera salir: “tu luz cuando apareces de la nada/reviste en el invierno/el cerco nebuloso del deseo”. Ese cerco creo entender es ese horizonte que permite verbalizar y por lo tanto existir en ese encuentro con el sentido, con la claridad, con eso que podría ser una verdad, una guía: “una línea sobre el monte/es el ascenso/un hilo de señales/y proverbios".
No sé si me voy a ir por las ramas pero total siempre lo hago. Esta idea de sentirse como desamparado, como en estado de abandono de esa verdad/dios/certeza que ilumina nuestro rumbo me hizo pensar, por antítesis, en la célebre performance de John Cage: “no tengo nada que decir y mientras lo digo estoy diciendo algo” que de hecho Eielson debió conocer (y estudiar). Obviamente John Cage le da un sentido distinto al silencio, asociado al budismo zen. Pero lo que siempre me ha parecido interesante es que el silencio de Cage nunca es tal porque él mismo supo que el silencio real no existe (existe toda esta historia de su ingreso a una cámara anecoica, donde no se puede escuchar supuestamente nada, si hablas tu voz no se escucha, si golpeas algo no se escucha y estando allí él sintió dos sonidos: uno que era el su sistema nervioso y el otro el de la circulacion de su sangre). El silencio de Cage (su famosa pieza Silence) es un gesto irónico de irrumpir en lo que suena, con algo que también suena, pero que simbólicamente calla y lo genial en él es eso, que consigue purificar, crear un vacío, un punto de inflexión, que es en realidad un gran grito que está diciendo algo, mucho, está diciendo: esto se acaba acá.
Leía Los ríos en invierno y pensaba en eso como alternativa al desasosiego. El silencio de Herbozo es evidentemente de otro orden, es el silencio de lo inerte, de lo inanimado, un silencio que sólo puede ser silencio y nada más, como estar muerto, provocado por la perdida de aquello que le daba el sentido a las cosas. Uno se sume en un estado de deriva, anulado por el alejamiento de eso que nos daba el estímulo. Hay un poema que es realmente conmovedor: Una llave tras los huesos, donde dice: “el horizonte descubre y no remece/lo que salta al escenario sin remedio:/ella silente y hablando, allí a lo lejos y yo para mi casa, que es ninguna parte, /y ella así imitando: lo que nunca acaba/ está hecho para despedazarse/debajo de la tierra, o como un lirio/ convertirse, o geranio en adelante; pero yo no diré nada —estoy callando—”. La patología de estar del otro lado, observando lo que no se puede evitar y el silencio termina creando un lugar de ausencia, una separación, lo que una poeta suicida definía como “un hilo de miserable unión”.
En Los ríos en invierno el otro también hace a uno, la ausencia del otro vuelve a uno un ser ausente también, un ser callado. Pero también es un libro sobre ese tránsito conflictivo en una estación, finalmente es una cuestión de seguir y eso no se puede evitar. Siempre hay esta cosa heracliteana de lo que no permanece, de las aguas del río en las que no te puedes lavar dos veces porque siempre fluyen, como él dice “uno no puede renunciar a lo que está constantemente yéndose o viniendo”. Y uno se pregunta cómo resolver ese estado de crisis, tal vez sea como dice: “en un acto de muerte o de furor”. La poesía, “decir estas palabras”, surge entonces en el encuentro ante ese temor o congoja que nos hace callar. Es finalmente un acto de valentía, algo que nos confronta, como todo acto creativo que se precie de honesto. Eso vale.