Monday, November 29, 2004

Oirán tu voz

Tarde o temprano los radio blogs van a estallar. Aún son un secreto a voces de lo que significa un gran canal de difusión para la música independiente / underground de cualquier parte del planeta. Quien ya le está sacando el jugo es El hombre bombilla a través de su blog Mira el pendulo
y ha colgado varios temas de bandas como Tullycraft, Parade, Nerd Kids, los peruanos Turbopotamos, Aroah, etc. entre esos destaca nítidamente un tema hecho con su propia banda Demolición, llamado “Artes Marciales”. La grabación es casera (vamos, en un radio blog puedes hacer sonar lo que te de la gana) pero es absolutamente genial, delirante, absurda, enloquecida. Una canción de amor como ninguna. En Madrid en el año 82 hubiese sido un ídolo, definitivamente.

Wednesday, November 24, 2004

Días de Santiago: alguien te mira por atrás

Casi me pierdo Días de Santiago. Pude verla en su última función en el Centro Cultural Pucp (la única sala en Lima donde los baños tienen deodorizador con olor a frambuesa). Pensé encontrar la sala abarrotada y por ello acudí temprano, casi con una hora de anticipación. Pero, ya sentado en la butaca, conté apenas 20 personas dentro de la sala. Extraño, ya que se trataba de la última oportunidad para ver la película, además que esta era la única sala donde todavía la daban. En fin, tendrá que ver con el hecho de que 3 personas se salieran antes de que termine la proyección. Por mi parte la experiencia fue grata. Salí del cine y tenía la certeza de que Josué Méndez realmente conocía la ciudad, había vivido en ella. No pude evitar contagiarme de la paranoia que te transmitía, de pronto observaba a la gente caminar y desconfiaba de todos y a la vez tenía lástima por todos. Aunque estaba caminando en las calles de San Isidro, sabía que ni a ellos les era ajeno la podredumbre de la que estamos rodeados ni la sensación de asfixia que puede producir un periplo limeño. Tenía ganas de patear los autos, y si en ese momento veía a alguien correr iba a tirarme a los arbustos en busca de refugio. Ese trayecto de Comandante Espinar a Pardo ha sido el más desencantado y horroroso que he tenido hasta ahora.



Me había sorprendido la atmósfera opresiva de la película. Sucede que en el cine peruano Lima siempre ha aparecido como un decorado. Toda su decadencia y marginalidad ha sido sólo la escenografía para historias que eran traducciones, a veces más logradas que otras, de westerns y policiales. En cambio en Días de Santiago la ciudad cumplía un rol esencial: era el antagonista por excelencia. El cine peruano ha estado lleno de intentos fraudulentos de Robert de Niros tercermundistas y de galanes hollywoodenses de mala muerte, y así, la tipología de los personajes en el cine nacional pocas veces ha sido generada por su propio entorno y más bien han sido versiones locales de personajes tipos, sea de cine gringo o europeo (para que luego no digan que no soy consiente de la cultura cinematográfica de nuestros directores). Recuerdo un artículo que escribió Sebastián Pimentel donde sustentaba porqué el cine peruano era malo y decía, si mal no recuerdo, que las historias que suelen desarrollarse en nuestro cine poco tienen que ver con la realidad socio/cultural que vivimos. Y ahora le encuentro más sentido a esas palabras, pues en efecto, si algo me fascina de Días de Santiago es que da vida a un personaje tipo auténtico, un limeño tipo, llamado Santiago, el primero en su género.
Y eso le da a la película una verosimilitud nunca antes lograda por el cine nacional. Más de una vez he preguntado ¿cuál es el problema con las películas que se hacen aquí? y la respuesta ha sido unánime: no te la crees, sabes que están actuando, sabes que las cosas realmente no son así, te están mintiendo, dándote gato por liebre. Ni las vacas sagradas se salvan de entrar en ese saco.
En Días de Santiago veías a un personaje atrapado en su ciudad, en una Lima pobre y sucia. No es ninguna novedad, Lima es una mierda, lo sabemos, pero aquí era más que eso: era una mierda gigantesca. El director te mostraba una ciudad donde ya no hay salvación, donde todo se ha ido el diablo, donde reina el hastío, la indiferencia y la desesperación. Santiago es un personaje complejo, un tipo preso de la paranoia de ser un excombatiente, y cuyas esperanzas se frustran ante una agobiante realidad que no puede evitar, su lado animal lo traiciona, y en la jungla citadina sabe que tiene que ganar pero sólo sabe perder. La película está más allá de ser un retrato de un sector social, porque habla esencialmente del desencanto y la inseguridad. Lima es como caminar en campo minado y de eso nadie se escapa.
Días de Santiago tiene además un tratamiento interesante, el indicado para mostrar aquello que percibimos: nuestra ciudad es gris, y el director sacrifica toda la gama colorida de nuestro paisaje urbano tan representativa, para repotenciar esa visión. Los avisos multicolores, la cargada información que se mezcla entre carteles, combis, y gente caminando en el centro, queda de lado para sólo tener el esbozo de una ciudad que ya no puede más. Los planos son aberrantes muchas veces, pero no caen en el cliché videclipesco, hay también tomas largas, ejercicios notables de composición y de buen ojo para arrancarle algo de belleza a lo que parece una ciudad en escombros.





En algún momento se cuela un tema de Manganzoides mientras Santiago camina por las calles. No es menos significativo que la banda que mejor ha retratado a la Lima actual sea quien aporte el único tema rockero de la película.

Si bien Días de Santiago peca de apresurada en sus momentos finales, esa vehemencia no deja de ser también significativa: el director se convirtió en Santiago y quiso, de manera violenta, ponerle fin a las cosas, no sin dejarnos la sensación de que estas continúan, que aquí la historia aún no ha terminado.

Sunday, November 21, 2004

Dos reseñas fuera

Lo de la revista ha tomado saludable curso por fin. Incluí a último momento reseñas de dos discos de bandas peruanas que están buenísimas. En su defecto tuve que purgar algunas cosas. Así es la vida, en realidad no me agrada eso de estar sacando cosas a último minuto, me complica el trabajo pero a veces no puede evitarse. En medio de la purga eliminé algunas reseñas que hice que no me dejaban del todo satisfecho, creo que podrían ser mejores pero igual, al no haber otro lugar donde ponerlas las pego aquí en el blog. Ya daré más noticias de la revista, está demorando pero paciencia que está quedando muy bonita, los textos puestos a mano se han multiplicado.





TO ROCOCO ROT
Hotel Morgen
Domino

Nunca seguí la trayectoria de To Rococo Rot, más allá de algún ep y algún otro disco que alguna vez me pasaron. Sé que son naturales de Berlín, y lo integran los hermanos Robert y Ronald Lippok, además de su colaborador Stefan Schneider, y que tras estarse multiplicando en diversos proyectos solistas, editan este nuevo álbum llamado Hotel Morgen, un título que describe perfectamente esa atmósfera de comfort que este tiene.
Investigando en la biografía de la banda, uno descubre los vínculos que esta ha tenido con circuitos artísticos alemanes, apoyando con sonido en algunos proyectos de instalación. Tal vez condicionado por esa información, no dejo de pensar, al oír a los TRR, en las frías estructuras minimales de las galerías de arte moderno y me imagino a un público que oscila entre la vanguardia y el pop, entre lo moderno y lo kitsh, entre el arte y el style. Es como ver un clip televisivo. La música de To Rococo Rot funciona perfecta para sonorizar esos informes de inauguraciones de muestras de arte, siempre con tanto caché y aroma de catálogo y vino.
Hotel Morgen tiene ese toque estilizado y sofisticado que no daña oídos, que complace, pero a su vez es lo suficientemente arriesgado y de melodías retorcidas como para tener que hablar de él en términos más serios. La música de estos alemanes mantiene aquí ese carácter pausado aunque rítmico que los ha definido, como ellos mismos dicen, en “una música al borde de la música de baile”. Y si bien sus momentos más veloces los muestran como adictos a la pista, resultan más interesantes cuando ponen el freno y su música se torna compleja y sutil.
Leo que mucho citan a Tortoise cuando hablan de To Rococo Rot. En realidad, no sé por qué, supongo que se debe a que los alemanes son un perfecto ejemplo post rock en cuanto al planteamiento de la guitarra, pero a diferencia de los de Chicago, esta no cumple para ellos un papel preponderante.
Volviendo a lo primero. No sé exactamente si “Miss You” alude al mundo de las pasarelas o de las reinas de belleza , pero el tema calzaría perfecto en Fashion TV, si es que ya no lo han puesto.




RATATAT
Ibid
XL

Ratatat es el proyecto de un atípico dúo conformado por Mike Stroud y Evan Mast. El primero, un esmerado guitarrista (miembro además de la banda del singular Ben Kweller) y el segundo un maniático de las máquinas y la electrónica. El disco, grabado y planeado en un apartamento del musicalmente convulsionado Brooklin, apuesta por un sonido cuasi guitarrero, melancólico, que no oculta su simpatía por pericias y ejercicios estilizados y hasta virtuosos, a la par de una plataforma electrónica sencilla pero eficaz y en ciertos momentos con algunos atisbos de complejidad, que nunca llega a mayores, nunca pretende más que su propia sencillez. Hay guiños al hip hop en las bases y en algunos samplers. Sin embargo el mundo de Ratatat no está situado en las calles sino más bien en mundos oníricos y épicos.
Los Ratatat no parecen ser precisamente una banda más del montón pero por lo visto han crecido con ese montón. De hecho la portada de su disco los vincula directamente con toda esa generación que apareció con The Strokes, incluso en determinado momento del disco, irrumpe un riff de guitarra bastante fuerte, aunque sea sólo para asustarnos un instante pues desaparece sin más.
Estos guiños a tradiciones musicales alternativas neoyorquinas me hace pensar en un conocimiento del sonido nativo de NY que tiene Ratatat. Aunque este no se exprese de manera directa, uno termina con la idea de estar ante una banda que es el resultado de ese pasado y ese conocimiento asimilado (un poco eso justificaría el sampler de voz inicial en donde se alude a la memoria, y al hecho de extraer los sonidos de esa biblioteca personal, o algo así). Desde el punto de vista musical, el sonido que logran es simpático aunque nada fuera de este mundo, de hecho, puedes no escucharlos y no te has perdido de nada. Sin embargo no resultan una típica suma de influencias, ya que se respira una atmósfera que por alguna extraña razón resulta atrayente y misteriosa. No sé exactamente por qué, ni en que radica eso. Creo que están a punto de descubrir algo.

Friday, November 12, 2004

Visita a esculpiendo

Me mude un rato para Esculpiendo Milagros

Correo perdido

No sé que demonios ha pasado, no puedo entrar a mi correo de hotmail, al parecer algún gracioso entró y me cambió la clave. El caso es que he perdido toda mi lista de contactos y lo más importante, los contactos del msm. Terrible, aunque ya lo estoy superando. De todos modos hice un nuevo correo, los que quieran encontrarme en el msm para cualquier cosa agréngenme: unautobus@hotmail.com

Monday, November 08, 2004

El blog de cualquiera

Leo el artículo publicado en La República sobre los blogs peruanos y estuve dándole vuelta a la idea de los blogs toda la tarde. Así que paso a relatar mi experiencia con ellos.
Hasta hace dos meses creía que en el Perú no existían blogs, jamás entré a un blog peruano que no sea el mío. Es decir, mi relación con los blogs se originó por la lectura de blogs extranjeros, en los que fui a dar por mi afición a la música.
En lo personal e identificado al blog como una buena alternativa del fanzine, es decir, una publicación de fans interesados en la música. Eso no quiere decir que antes no haya visitado blogs personales, pero digamos, el hecho de poner apuntes de tu vida privada públicamente no tiene para mi ninguna novedad, eso ya se ha hecho antes en Internet, en todo caso el blog solamente ha permitido que ahora sea más sencillo y que más gente lo haga.
Para mí el blog tiene de interesante ser una alternativa y pretexto para la reflexión de una manera independiente. Vuelvo a insistir no estoy en contra de los blogs personales o diarios personales públicos, me parece interesante pero no es lo que más me interesa de las posibilidades que ofrece el blog (aunque no niego que a veces me quedo horas colgado leyendo a algunas bloggers que cuentan más de una fascinante perversión).
Como fan del rock me agrada leer en internet información sobre música y visito algunos blogs muy buenos al respecto y me gusta el lenguaje que genera el blog, ya que en él no se puede redundar en información (bah, como vas a competir con todo lo que hay en el google) y más bien se apela a la síntesis, a la reflexión o al simple detalle de lo que produce en un individuo cualquiera escuchar un disco. Me agrada ese nivel de masificación de la crítica de rock a través del blog, me agrada la crítica de rock que se hace en muchos blogs, porque es fresca y espontánea, y de hecho, allí si valoro mucho cuando la afición por la música se relaciona con hechos cotidianos también o con otras experiencias que el blogger comenta. En Internet se pierde el miedo, se cruzan experiencias que provocan decir cosas sabiendo que tanta gente te puede leer y esa dimensión es la que me interesa del blog, su posibilidad como reflexión independiente (no prensa independiente, ojo) de un individuo cualquiera, más aún cuando de este puedo aprender un poco sobre el mundo en el que vive. Eso es para mí el blog, y por supuesto, anónimato, básico, aunque esto último es cada vez más difícil.

Wednesday, November 03, 2004

¿Quien es Zive Kvety?

Por una casualidad de la vida tengo en mis manos un disco de Zive Kvety. No hay una explicación razonable para que lo tenga. Es ese tipo de discos que tiene su propio e inaccesible mundo.
Es un grupo de Eslovaquia que suena a La buena vida, me dijo mi amigo Alan al pasármelo. No tengo la más remota idea de la música que se hace en Eslovaquia, como tampoco la tendran los eslovacos de la música que se hace en Perú supongo, trampas de la globalización.
Tras una primera oída quedo conmocionado y me viene la mente lo que me dijo el bajista de La buena vida cuando le pregunté por lo que significaba para él una buena canción, y dijo esto:
Te la pones; algo te hace que la escuches atentamente; te sonríes ante un cambio y finalmente le das al “repeat” durante toda la tarde......y al día siguiente.....y al siguiente......y al......
Las buenas canciones son esas que se vuelven necesarias en tu vida, está más allá de lo puramente intelectual, las buenas canciones te atraviesan el alma y te dejan indefenso, frágil. Y Zive Kvety me ha conmovido profundamente. Zive Kvety tiene esa tradición de pop triston de guitarras con arreglos finos. Suena a muchas cosas. A Drake, a Francoise Hardy, tienen de Velvet, tiene ese aire de pop 60s. Pero sólo son vagas referencias que mi estrecha cultura me permite inutilmente detectar para graficar su sonido. Porque también hay mucho folklor eslovaco en ellos, mucho sonido exótico. No entiendo de que hablan, están cantando en su idioma natal pero cada frase se hace inintiligiblemente fulminante.
He buscado información de Zive Kvety en Internet. No encontré nada, sólo el dato de que el disco que tengo es del 2003. Después nada más. Alan tampoco sabe nada.
Se agradecerá toda la información posible a los visitantes de este blog.