El año se ha pasado. Uno más encima. Pero vale la pena recordarlo. Un año bastante extraño. Todo bien, hasta que en Julio me quedo sin trabajo, de allí en adelante cachuelos, formas inexplicables para sobrevivir, dependencia. Absoluta dependencia. Básicamente de mi computadora. Ella y yo nos hemos hecho grandes amigos. He visto pocas películas, apenas si fui al cine. Una buena película peruana finalmente, Días de Santiago.
Este año he leído pocos libros, poca literatura, tragando información básicamente, sumergido en Internet, buceando entre blogs y páginas de música, descubriendo cosas nuevas. De los libros peruanos que leí uno de ellos fue Enciclopedia Mínima de Ricardo Sumalavia, mala imitación de Kafka y Juan José Arreola, leer y botar. No me he interesado en más nada, si se hizo literatura en el Perú pues me temo que no me di cuenta (cuestiones personales, desinterés, pocas ganas de leer, ni siquiera sabía que seguían dando el programa de Thays) salvo por lo de Sarita Cartonera (siguiendo los pasos de los argentinos Eloisa Cartonera) iniciativa que me parece interesante (libros lo fi), las portadas están buenas aunque no sé cuanto tiempo dure la fórmula. Un par de poemarios: el de Tilsa, Mi niña veneno, estaba simpático, era una curiosidad, aunque demasiada envoltura, demasiado diseño, poca emoción e intesidad. No terminé de leer el de Mendizabal pero por lo poco que leí parecía que estaba bueno, espero conseguírmelo pronto, no lo venden en Contracultura. El libro que editó Renato estaba buenísimo, Gesto, de Julia Ferrer, una poeta peruana de los 50s, un descubrimiento importante. De ahí nada más. Releyendo.
Pero lo mejor han sido los blogs: el de Benito, Esculpiendo, lo de María del Pilar, Contralascuerdas, fueron tal vez los más sólidos, los más polémicos, este ha sido su año para todos ellos. Pero en general visitar la blogósfera, recorrerla, saborearla, ha sido importante, conocer la vida privada de extraños, lo que piensan, lo que opinan, es fascinante (los blogs personales son un vicio). La blogósfera es una gran boca con mucho qué decir, es una nueva forma de literatura, democrática y fructífera, aunque aún hay mucho pan que rebanar, es una etapa de comienzo, de esas hojas sueltas de las que habló un blogger alguna vez, pero me agrada pensar eso, me agrada pensar que se trata de un comienzo, que esto va a generar algo (mi amigo alan dice: yo ya espero los video blogs!!!). Comodidad para la libre exposición en masa de material autoproducido. Esa es nuestra predicción, ese será nuestro lema. Otro nuevo fenómeno seguramente. Tomen nota sociólogos, metan su cuchara, madruguen.
Siguen aumentando los blogs en el Perú.
Pero bueno, no sólo visité blogs este año. También escuché música, bastante música. Hice un fazine, saqué un compilatorio de bandas lo fi y si todo hubiera salido bien (te voy a asesinar mauricio!!) estaría hablando de 2 fanzines y no de uno. Pero bueno, el siguiente Autobús, no será un fanzine (aunque tendrá el espíritu artesanal de siempre, eso nadie no los quita) sino una revista hecha y derecha. Esas cosas demoran pero espero que no tanto, si no está lista en dos semanas (o 3 máximo) me temo que a Mauricio lo mandaré a Alemania más rápido de lo que piensa. Volviendo a lo de la música. Los mejores discos que escuché este año no son discos que hayan sido editados este año. Ni un sólo disco editado en el 2004 me ha removido las fibras como lo ha hecho cualquiera de mis discos favoritos. Pero igual hubo buenos discos. El Creature Conforts de Black Dice, por ejemplo, me pareció buenísimo, me gusta mucho el sonido analógico que tiene, las texturas que logran, ese clima de selva y pantano, ese espíritu silvestre, es agradable, es como si te mecieras alrededor de palmeras, pero así como es cálido puede ser igual de peligroso. Black Dice también puede ser bastante fuerte y psicodélico. Lo interesante en ellos es el cruce de tradiciones musicales, hay desde música tribal, kraut rock, post rock, noise. La mezcla termina provocando un sonido bastante singular. Creo que Black Dice sólo suena a Black Dice. Definitivamente son de lo mejor de esta camada de bandas noise surgida en Brooklin y tal vez el mejor disco que he escuchado en el año. Hay otras dos bandas que me llamaron la atención, ambas compañeras de ruta de Black Dice. Wolf Eyes y Animal Collective. En el caso de Wolf Eyes, su Burned Mind, me parece que expresa todo lo que es para mí el noise. Es absolutamente salvaje, asesino, descontrolado e irracional. Tiene momentos de verdadera brutalidad sonora (son los mejores) que si se mantuvieran hubieran hecho del disco uno de los mejores discos noise que he escuchado en mi vida. Lástima que sus preferencias psicodélicas hagan que el asunto se vaya en otra dirección, dando tiempo para descansar y relajarte y perderles miedo. Pero igual, se agradecen los momentos de terror noise, que afortunadamente son los que más abundan en el disco. En el caso del Sung Tongs de Animal Collective, ah pues, este si que es un gran disco en todo el sentido de la palabra, es pulcrísimo, distendido, cálido, te acaricia el oído con su extraño folk reinventado. Los Animal Collective recrean una fantasía silvestre, Sung Tongs es como la banda sonora del Rey León pero experimental (dime sino alucinas a Kimba jugueteando cuando escuchas el disco), hay mucho de música tribal y hasta tropical (“Sweet Road). Animal Collective es un retorno a la naturaleza, una mística con el entorno natural, es casi un acto religioso, sublime. Pero no todo se quedó en Brooklin. Un disco que me gustó, y que justamente la Pitchfork lo ha nombrado mejor disco del año, es el de los canadienses The Arcade Fire, Funeral. Y en ese disco hay al menos 3 o 4 canciones que son realmente fascinantes (si el primer track no te estremece es porque eres un insensible), es exagerado decir que es el mejor del año, tal vez es el mejor debut del año. Lo que me gusta de The Arcade Fire es, aparte de la intensidad dramática que tienen (que realmente se sostiene y no peca de teatral, detalle que veces caga la música de Xiu Xiu), es que siento que son una generación posterior, que son un paso adelante de toda esta explosión revival de bandas como Interpol o Liars o los (ahg!) Franz Ferdinand, ya que de hecho tienen mucha influencia del post punk y de la new wave pero los escuchas y sientes que esas influencias están pero no tan directas porque las cruzan con otras y el resultado es bastante personal. The Arcade Fire es reformulación del post punk y la new wave. Vamos a ver que pasará con ellos, por ahora han hecho un buen disco. Me da pereza seguir hablando de los otros discos que escuché que me parecieron buenos (ya que sólo me parecieron buenos o interesantes o me hicieron pasar al menos un buen rato), pero los cito y fácil que de ahí me extiendo otro día: el debut de Scissor Sisters (podrán decir lo que quieran de ellos pero el disco es bueno, realmente bueno), Medulla – Bjork (aunque cada vez me gusta menos este disco, creo que sólo Bjork se podría atrever a hacer un disco asi, el riesgo es loable, aunque su voz no está en su mejor forma). Misery is Butterfly – Blonde Redhead (un disco de madurez, realmente notable, llegaron a su pico los BR). The Von Bondies - Pawn Shoppe Heart, con la cara partida o no, The Von Bondies son la mejor banda de “nuevo rock”, o como le llames, que he escuchado hasta ahora, rock’nroll puro y motorizado, toda una maquinaria de riffs). The Earlies - These Were the earlies no se ha hablado mucho del disco de estos americano-ingleses, pero desde que lo tuve no he parado de escucharlo, buenos arreglos, buenas canciones, todo un cuento de hadas. Aunque claro, debo confesar que el disco de Brian Wilson – Smile deja a The Earlies como niños de teta, aunque tampoco los deja en tanto ridículo como sí lo hace con Polyphonic Spree. Otros discos buenos: el de Tv on The Radio, Desesperate youth, blood thirsty babes aunque francamente el ep Young Liars estaba muchísimo mejor, aquí se extienden demasiado y el disco termina siendo un toque aburrido pero en todo caso no deja de ser interesante esa mezcla de Suicide con gospel que tienen. De ahí, Traje de Saliva – Mima Blanca tiene elementos de música sinfónica, de banda sonora, de free jazz, progre, de todo un poco, el rejunte es interesante, por momentos hasta sorprendente. Este es un disco a tomar en cuenta. De ahí, creo que nada más, estuvieron buenos para pasar el rato los últimos de Interpol, Lali Puna y Elf Power. Pero ahí nomás, se quedan en la primera ronda. Siguiente post: ¿Y cómo estuvo la movida en el Peru?
Thursday, December 30, 2004
Qué has hecho Luis, una mirada al 2004 y algunos discos que escuché
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