Monday, January 03, 2005

Bailando en la sala, sobre los discos peruanos que escuché en el 2004

Es complicado hacer un balance de lo que ocurrió este año en nuestro país. Al menos para mí. Hay muchas razones de fondo. Una de ellas es la de mi presunta objetividad. No puedo hablar por todo lo que ha ocurrido. Este año he estado muy desconectado de mucho del rock hecho localmente y sólo interesado en lo más under (en una sección de ese under), en los conciertos para 30 o 40 personas, en los tirajes en cdr. En eselado poco rastreado y visitado. No puedo hablar del rock peruano de manera categórica, pero sí de lo que sucedió dentro de los circuitos independientes y más reducidos de nuestra inexplicable escena capitalina y de las propuestas más raras que han aparecido últimamente, de las que afortunadamente estuve pendiente. Y a qué viene lo de inexplicable. Pues, a la célebre frase de Raul Cachay al reseñar el compilatorio triple Mixtape que editó Internerds. Empezaba su reseña diciendo algo así como “A veces ocurren cosas raras en la escena peruana”. De hecho, qué puede ser más raro que de pronto dejen en tu oficina un disco triple con 34 bandas desconocidas, todas ellas presumiblemente indies o experimentales. Que te quedes asombrado es lo lógico. Sin embargo, aquello gráfica muy bien lo que actualmente está ocurriendo. Este año ha sido bastante ensimismado, los proyectos se han desarrollado de manera muy aislada pero una certeza nos ha quedado con el Mixtape: hay un huevo de gente trabajando de manera artesanal, elaborando proyectos en silencio, con una libertad absoluta, a veces bastante atrevida, no lo voy a negar.

El dormitorio, la casa, se han convertido en espacios prodigiosos, idóneos para la creación para una gran cantidad de proyectos underground locales. Y el “Hazlo tu mismo” deja ver su lado más terco y arrogante, y se convierte en un “Déjame hacer lo que me da la gana”. Y en esa atomizada manera de desarrollo del underground local todo estalla, a veces fructíferamente, a veces irresponsablemente. Cada quien toma su propio camino. Su propio rumbo. Cada quien busca distinguirse. Tener su propio espacio y la escena está más disgregada que nunca pero no por ello improductiva.
En fin, eso es más o menos lo que he notado, que hay como una depresión en el under, los conciertos escasean, los canales de difusión son mínimos (en ese sentido vale la pena destacar la aparición de revistas de rock dedicadas a difundir este tipo de proyectos) y hay una sensación de que la cosa no tiene rumbo, de que todo está a la deriva. La música electrónica que durante el 2003 tuvo una acogida inusual ya no parece importarle a nadie, los ciclos de Noches Psicodélicas han ido perdiendo público y lo que ahora hay es una tendencia hacia el noise y la improvisación dentro de los circuitos más experimentales, pero es igual de errático, al final lo que parece haber con mayor claridad es un predominante eclecticismo, ser psicodélico, ser electrónico o ser cualquier otra cosa es ya irrelevante, lo único que importa es tocar, expresarse.
Este año han aparecido proyectos nuevos, algunos realmente estimulantes, del mismo modo se ha podido confirmar la valía de algunas propuestas ya aparecidas con anterioridad. Una cosa ha quedado clara: sólo los que se esfuerzan se destacan, definitivamente si aquí nadie te ve pues te jodiste, con tu talento al olvido. Hurgar no es una virtud de nuestro público. Pero bueno, estos son los discos editados localmente, por orden de mérito, que más me llamaron la atención este año.

9. Catervas – Semáforos.- No está aquí lo mejor de Catervas pero hay unas cuatro canciones que están buenísimas. Se agradece el riesgo de hacer música muy personal aunque de hecho en el futuro habrá que ver cómo desarrollan esta veta decididamente pop a la que se han lanzado. “Mentalizar” y “Elástica” son de las mejores canciones que he escuchado este año, suficiente razón para seguir teniendo puesta la mira en ellos. Veremos que pasa más adelante.

8. Paruro – Summergidos.- de la psicodelia al ruido hay un trecho corto. Danny Caballero entró por esa puerta al mundo del noise y ya había sorprendido con su compulsivo debut Intervención a la unidad de sonido para ahora entrar a una fase más serena. Llena de destellos psicódelicos, de oscilaciones y una sensación de reposo marino que cubre toda la superficie noise que Danny construye con la ayuda de sus radios recicladas. Tiene momentos bastante intensos aunque se extraña el temperamento explosivo de su debut.

7. Abrelatas – Hormigas Boca Arriba.- Si hubiesen dejado de lado sus excesos instrumentales y 2 o 3 temas este hubiese sido un gran disco, un notable disco, pero bueno, incluyeron todo y el disco terminó siendo irregular, pero no por eso deja de ser interesane y refrescante para la escena local donde el pop de guitarras no tiene mayores variantes. “Hormigas boca arriba” es un disco juguetón, melancólico, fresco. Pero aún espero más de Abrelatas.

6. Manganzoides – Radio Komodo.- Con Manganzoides no hay pierde. Son una de las mejores bandas que tiene nuestro país, no sólo por la calidad de sus discos y la vitalidad de sus conciertos sino porque no dejan de trabajar en la difusión de su material fuera. Son de hecho la banda peruana independiente más internacional que tenemos actualmente, con un respeto ganado (me consta la devoción que le tienen en varios países). Radio Komodo no es su mejor disco pero es un disco de Manganzoides y como tal no deja de ser bueno, más garagero que los anteriores, menos psicodélico y más gritón. Rafo Komodo vomita perros ladrando por la boca cada vez que se pone frente al micro.

5.Turbopótamos – Ibid.- Los Turbopotamos están en todas. Se han llenado de éxitos este año. Se han llenado de fans, pasan por un buen momento. Su disco debut tiene canciones que me gustan, en general no soy muy amante del skabilly pero tengo que aceptar que saben lo que hacen, envidio la forma como se divierten, el disco es una fiesta de principio a fin, las canciones están llenas de paltas del día, pero tienen mucho sentido del humor, bastante sentido del humor, demasiado a veces. “Nada para mí” y “Ultrabeba” son mis favoritas. A mi vieja también le gustan los Turbopotamos.

4. Mixtape! .- De rasgos similares al “Vamos a ser felices”, el triple compilado Mixtape ha sido importante por una razón básica: ha demostrado que hay gente trabajando, que la ausencia de conciertos no es sinónimo de para creativa. 34 bandas, entre las que se encuentran casi todas las que figuran en este recuento. Un disco interesante, lleno de sorpresas y de polémicas libertades musicales como Mundo Bérbil y de genialidades inapelables como Zetangas. Como si te metieras a un mercado, o a un burdel. El underground peruano es ahorita el Mixtape!

3. Serpentina Satélite - Long Play .- Serpentina Satélite ha sido uno de los grupos más interesantes que han aparecido últimamente, sin tanto escándalo, siempre reservados, han editado un interesante disco debut que recoge mucho del sonido de Godspeed You Black Emperor y Spacemen 3. Temas instrumentales, que se prolongan infinitamente, pesados, humeantes y desesperantes, la música de Serpentina es narcótica y mística, explosiva y llena de densas e hipnóticas descargas eléctricas. Long Play es un prometedor debut.

2. Metástasis - Sequenza X.- Renzo Filinich es el cerebro de Metástasis, un proyecto de música electroacústica, insólitamente, de cierta continuidad y circulación en nuestro país. Tres discos editados. Su último trabajo, Sequenza X, no me cansaré de repetirlo, es tal vez el mejor disco de música electrónica que se ha hecho en el Perú. Lleno de texturas, de retorcidos ambientes, de complejas estructuras imposibles, marca un antes y un después en la producción de música académica hecha en el Perú, básicamente por una razón, Filinich es el primero en trazar puentes con un público diferente (joven), y en tratar de ampliar su carácter academicista al nutrirse también de una tradición rockera y de hacer que su música integre diversos lenguajes, sin perder por ello complejidad sino más bien ganar en posibilidades expresivas. Sequenza X confirma su enorme talento.

1.Retrasados de hojalata - Ibid .- Esto le debe estar ardiendo a muchos, pero creo que una de las mejores cosas que le pudo pasar a este pacato país es la aparición de un proyecto como Retrasados de hojalata, un zafado colectivo de improvisación, que entre otras virtudes ostenta la de tener una monumental vocación por el desvarío que los ha llevado a producir inolvidables estampas de la sinrazón: “Chibolo Pendejo”, “Picaflor violento” no son sólo obras maestras (su disonante instrumenación es fuera de serie) sino verdaderos ataques a la seriedad y al establecimiento de normas. Retrasados de hojalata es la libertad en todo el sentido de la palabra. Como me decía un amigo “es el grupo más moderno que tiene el Perú”