Saturday, December 04, 2004

Dancing with myself

El viernes reabrieron el Sargento Pimienta nuevamente, una de las discotecas barranquinas más concurridas. Con Juan Diego y Mauricio fuimos a ver que había por allí, a quien encontrábamos y de paso a chequear un poco el lugar, a ver como funcionaba, observar. Hacía unos días habíamos tomado la decisión de armar nosotros una fiesta, poner la música que nos gusta y divertirnos a nuestra manera. Lima no es una ciudad donde haya muchos lugares buenos para ir.
Durante la noche discutíamos todo el tiempo sobre la música pondríamos en nuestra fiesta. Apostábamos por cosas tipo The Rapture, Radio 4, !!!, Le Tigre, Peaches (buenas dosis de electro), y también cosas antiguas como Liquid Liquid, Wire, Gang of Four. También spanish pop, bandas de Elefant como Vacaciones, La casa azul y Junipermoon. Y bueno, algunos temas de Primal Scream, Bowie, Trans Am, Pixies, Sonic Youth, y claro, también algo de ochentas (con pinzas). Hasta que luego se nos acercó una amiga y nos dijo “¿pero ustedes quieren ganar dinero o sólo quieren divertirse?” Era evidente que mucha de la música que queríamos poner no era parte del gusto popular, ni siquiera de la minoría. ¿Quien iba a bailar los temas de Bowie y de My Life With The Thrill Kill Kult que Juan Diego quería poner o la lista de temas tonti pop que Mauricio había confeccionado o los temas post punk que me interesaban poner? Había otro detalle además, para hacer la fiesta teníamos que invertir algo de 250 soles. Y tampoco es que nos sobre la plata. De hecho vamos a cobrar la entrada (algo muy simbólico). Nos hicimos a un lado para conversar. A Juan Diego le entró la noica y quiso abortar el proyecto porque decía que su ideal de fiesta era irrealizable, que en realidad puede que nadie baile lo que él quería poner. Me puse a pensar que mi ideal de fiesta también era utópico. Pero al final, luego de unas cervezas, nos llegó todo altamente e igual decidimos hacer la fiesta de aquí a unas semanas y a ver qué pasa pues.