Leo en el blog Vuélvete underground un post de benito que me parece bastante atinado. En efecto, la democratización de la música a través del intercambio vía internet tiene sus contras. Antes yo tenía que ahorrar mi dinero para comprarme un casette afuera de mi universidad o irme a jirón Quilca o a las galerías Brasil, y ese casette lo escuchaba por días enteros. Eso ya no sucede ahora.
Yo no tengo acceso al soulseek, al menos no de manera continua, sin embargo eso no impide que me consiga música por toneladas. Tengo amigos que bajan los discos que quiero oír y cada fin de semana obtengo uno o dos discos de mp3. Es bastante. De hecho, asimilar todos esos mp3 me toma buen tiempo. Y siempre sucede que hay algún álbum incluido al que no le presto la atención debida. Me distraigo escuchando sólo aquellos que están buenos o aquellos que me interesan de sobremanera. Antes, cuando compraba casettes o discos, tenía más tiempo para escucharlos, así estos sean buenos o malos, los escuchaba igual y podía formarme una opinión mucho más sólida sobre determinado disco. Ahora, con tanto material a disposición no sé si será verdad que se accede a todo, en el fondo, la democratización de la música a través de internet puede ser una trampa, ya que uno posterga y posterga determinados discos para escucharlos cuando haya tiempo (piensa cuantos discos tienes en tu pc que a lo mucho has oído una o dos veces y que sabes que ya no lo harás más). Hay tanta música que uno tiene que empezar por aquella que más le interesa. Es el tiempo de la gustocracia.
Sunday, July 11, 2004
Sólo la música que me gusta
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