Ayer en la fiesta de cumpleaños de un amigo pusieron los Ramones a las 4 de la mañana y el tono recién se armó. Juan Diego no llevó los compilatorios que habíamos hecho, Alan no llevó muchos discos tampoco, así que había música para un rato nomás. De hecho, la música funcionaba bien pero para una parte de la gente funcionaba como entremés, el plato de fondo para buena parte del público era la salsa. En lo personal no tengo nada en contra de la salsa pero es más saludable odiarla últimamente, tal vez no a la música en sí, sino a todo ese tipo de subcultura fiestera que ha generado, que francamente me parece aburrida y hasta cínica. A veces creo que como dice Alan, toda esa gente no disfruta cuando bailan salsa, lo único que hacen es creer que lo disfrutan, caen en la costumbre, en el hábito, están más preocupados por obedecer ciertas reglas de comportamiento social de manera cerrada que agitar su cuerpo libremente. Parece que no es el hecho de bailar lo que les importa sino el hecho de ser parte de un código que todos, o algunos, comparten. En fin, casi termina en bronca el asunto, afortunadamente no llegó a mayores. Pero las ganas de pelea no se nos fue de encima y, como la salsa no paraba, nos fuimos a la calle a movernos de la única manera posible en ese momento. Por sugerencia de Kristy jugamos a las tumbaditas. El primer combate fue entre Kristy y Juan Diego. Kristy cogió de la cintura a Juan Diego mientras este trataba vanamente de fingir que era inamovible. Intentó voltearla tomándola de una pierna pero fue inútil. Kristy aprovechó un mal movimiento suyo y en una lo tumbó contra el suelo. Luego fue el turno entre Alan y yo. No fue difícil, un barrido contra sus piernas y plum, Alan al piso en menos de 10 segundos. Luego llegó el turno entre Kristy y yo. Difícil la lucha, Kristy era realmente feroz. Sus manos eran tenazas sobre mi cintura y casi era como esas luchadoras de Glow. Me tumbó pero pude zafarme antes de contar 3 segundos, y logré tirarla hacia atrás y vencerla en una caída realmente espectacular (tomando en cuenta que llovía y que el jardín estaba totalmente mojado, cada lucha era un revolcón de cesped con barro). Luego me tocó enfrentarme al demon Juan Diego. Estaba cansado luego de dos peleas y cuando estuve por tumbarlo las fuerzas no me dieron y el muy hábil logró derribarme aprovechando mi debilidad, no pude sacármelo de encima y fue un justo vencedor. Otros resultados: Kristy tumbó a Andrés, y luego en una agónica y dramática revancha con Juan Diego logré derribarlo, con lo cual me coroné campeón absoluto del Primer Torneo de Lucha al Aire Libre. Al regresar a la casa nos cruzamos con los Turbopotamos y les contamos los resultados finales y Bruno con un gesto de asombró dijo: “Quien lo diría”. Yo mientras, tenía clavada una sonrisa llena de humildad en el rostro. Al rato llegarían los Ramones. I wanna be your boyfriend. Y me sentía cansadísimo y no es que sea tan fan de los Ramones pero en realidad que paja que fue bailar 8 canciones seguidas de ellos.
Saturday, January 15, 2005
I wanna be your boyfriend
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