Wednesday, August 25, 2004

Electrónica melódica

Poco es lo que se sabe de Arturo Ruiz del Pozo, un músico electrónico peruano, estudiante de la Royal college of music durante los años setenta. Recuerdo haber oído una cinta suya hace como 10 años, cuando mi madre tenía por costumbre llevarme a un templo Krishna para purificar nuestro espíritu (aunque en el fondo era para comer jalaba). A sólo unos metros del templo había un ambulante que ofrecía a la venta casettes piratas de bandas sonoras y música new age. Por aquel entonces me había pegado de los soundtracks de Vangelis y por extensión de algunos músicos new age, que escuchaba en casa, entre inciensos de colores e historias de reencarnación que un amigo de mi madre solía contar. Este amigo solía dejar en casa cintas de Kitaro, Vangelis, Morricone, Jarre, Loreena Mackeenit, Himekami, etc. Algunas cosas me gustaban, otras me parecían terriblemente aburridas y pretensiosas (muchas de las cintas de Kitaro por ejemplo, quizá sólo el Silk Road y el Kojiki salvaría del fuego). El caso es que recuerdo haber visto entre las cintas que el vendedor ofrecía, una de Arturo Ruiz del Pozo llamada En el Bosque. No me la compré, ya que al verla recordé que esa cinta estaba en casa hacía buen tiempo. Me intrigó volver a escucharla, ahora que ya estaba más metido en el mundo de las bandas sonoras y conocía, más o menos a los principales representantes de la música new age. La cinta recopilaba temas inspirados en músicas ancestrales de la sierra y selva peruana pero haciendo uso de sintetizadores. Ni fu ni fa. No era malo, tampoco bueno, era simplemente un álbum con un fin claro: vender, servir de almohada y explotar al máximo su exotismo.
Le perdí el rastro a Arturo Ruiz del Pozo, nunca más supe de él, hasta muchos años después cuando me empecé a interesar por la música electrónica peruana y por tratar de conocer sus antecedentes. Y resulta que Arturo Ruiz del Pozo tenía un lugar clave.
En realidad, no es mucho lo que tengo o puede decir de él, pero puede resultar de ayuda la información que está adjunta en el folleto del concierto que realizó ayer en un bar limeño, junto al argentino Ricardo Dal Farra y el maestro Edgar Valcarcel, luego les doy mis impresiones del concierto.

Arturo Ruiz del Pozo, Mmus.

Autor y Compositor peruano, solista de acordeón Piano y Sintetizadores. En Lima estudió con Andrés Sas, Lily Rosay, Miguel Donoso y Edgar Valcárcel. Logró el nivel académico de arreglista en el conservatorio Nacional de música de Lima, gracias a una beca del consejo Británico, continúa sus estudios musicales en el Royal college of music, de la universidad de Londres en la especialidad de Composición de música concreta, electrónica y música para Cine, con la tutoría de Lawrence Casserley y Kenneth Victor Jones.
En 1978, luego de aprobar los exámenes requeridos y presentar un portafolio de composiciones originales logra el grado de master of music in composition: Mms., con sus obras: Composiciones Nativas (música concreta para instrumentos nativos del Perú) y música de Cámara: Kanon Expansivo (octeto para cuerdas y maderas) y cuarteto de cuerdas DDDD, estrenadas en Londres bajo su dirección.
Ha compuesto música para cine con éxito internacional (largometrajes Expropiación, Gregorio) Realizó dos grandes conciertos por la paz en el Perú:
“Marcahuasi 88, Encuentro por la Paz”: estrenó su obra Canto a Marcahuasi, en la meseta del mismo nombre, a 4000 metros de altitud, siendo por esto considerado un record mundial. “El concierto Nasca, Encuentro por la Paz 1991”: realizado en la cercanía de los famosos geoglifos de la Cultura Nasca. Estrenó su obra Canto a Nasca, en la que integra antaras Nasca de cerámica, instrumentos musicales arqueológicos únicos en el mundo, con instrumentos nativos, populares y electrónicos.
Actualmente trabaja en la orquestación de estas obras, así como su Canto a Chavin, para gran formato Sinfónico Coral, en forma de poemas sinfónicos, con letra y música de su inspiración motivado por el extraordinario legado artístico de ancestrales Culturas del Perú.


Con semejante currículum no puedo entender que es lo que le ha pasado. según sé por referencias que sus primeras grabaciones son muy buenas (prácticamente desaparecidas), muy experimentales. De hecho, tuve la oportunidad de ver el documental de Marcahuasi 88 y la música me pareció impresionante, bastante tribal y psicodélica, algo que extrañé mientras escuchaba las piezas de lo que él llama electrónicamelódica. Lo que presentó tenía todos los tópicos presentes en la new age: las pretensiones espirituales, acurrucadoras, la búsqueda de un origen, rollos conectados con el cosmos y demás. Sólo faltaba mencionar a los ovnis. Una música melódica casi hasta el hartazgo, con arreglos muy simples, casi de jingle por momentos, con proyecciones visuales de microcosmos y visiones siderales. En todo caso, me quedo con algunos fragmentos de su pieza final Stela, básicamente porque hizo algo que no había hecho durante todo el show: no ser complaciente. Del Pozo, saturaba su sintetizador hasta provocar un ruido violento que sin duda desconcertó al público asistente que no había ido para escuchar cosas extremas, de hecho, había gente tapándose los oídos completamente horrorizados. Lástima que no durara mucho el escándalo sonoro. Si los hacía abandonar el lugar le hubiera aplaudido.

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En realidad el caso de Arturo Ruiz del Pozo es bastante recurrente entre otros músicos que han tenido inicios muy psicodélicos experimentales y luego han derivado en una música sumamente complaciente conectada con la new age. Desde Klaus Shulze, hasta los Tangerine Dream, Ash Ra Tempel, Cluster, Silver Apples, etc. Mucho tiene que ver el cambio de instrumentos, los sintes analógicos tienen un sonido diferente a los digitales, pero no creo que eso sea razón suficiente, tampoco el consumo o no de drogas, tampoco que se hagan más viejos y pierdan la vehemencia inicial, creo que tiene que ver con que ya no tienen mayor interés por cuestionar hábitos. ¿Por qué sucede eso? buena pregunta que no voy a responder.
Sólo puedo decir que en la new age no hay experimentación, no es música que busque un espacio o un código diferente, sino que es música que se asume como parte de un espacio y un código diferente, es música que ya alcanzó su objetivo, y ya no tiene más fin que repetirse y repetirse. Un peligro presente en todo aquel que siente y cree que alcanzó el ideal, si es que eso es acaso posible.