Monday, January 26, 2009

El templo vacío

SERMÓN I


Intravit Iesus in templum et coepit ejicere vendentes et ementes. Matthei.



Leemos en el santo Evangelio (Mateo 21, 12) que Nuestro Señor entró en el templo y echó fuera a quienes compraban y vendían, y a los otros que ofrecían en venta palomas y otras cosas por el estilo, les dijo: «¡Quitad esto de aquí, sacadlo!» (Juan 2, 16). ¿Por qué echó Jesús a los que compraban y vendían, y a los que ofrecían palomas, les mandó que las sacaran? Quiso significar tan sólo que quería tener vacío el templo, exactamente como si hubiera dicho: Tengo derecho a este templo y quiero estar solo en él y tener poder sobre él. Esto ¿qué quiere decir? Este templo donde Dios quiere reinar poderosamente según su voluntad, es el alma del hombre que Él ha formado y creado exactamente a su semejanza, según leemos que dijo Nuestro Señor: «¡Hagamos al hombre a Nuestra imagen y semejanza!» (Génesis 1, 26). Y así lo hizo también. Ha hecho el alma del hombre tan semejante a sí mismo que ni en el cielo ni en la tierra, por entre todas las criaturas espléndidas, creadas tan maravillosamente por Dios, no hay ninguna que se le asemeje tanto como el alma humana sola. Por ello, Dios quiere tener vacío este templo de modo que no haya nada adentro fuera de Él mismo. Es así porque este templo le gusta tanto ya que se le asemeja de veras, y Él mismo está muy a gusto en este templo siempre y cuando se encuentre ahí a solas.


Maestro Eckhart