Wednesday, July 28, 2004

Historia por descifrar

Desde hace unos días una imagen me persigue insistentemente. Un adolescente, de unos catorce años, vestido con ropa escolar, se levanta del suelo. Su rostro denota agitación y miedo además de un extraño gesto de euforia. Tiene en la camisa y en las mejillas algunas gotas de sangre salpicadas. Y en la mano derecha una cuchilla. Frente a él, yace el cuerpo muerto y ensangrentado de un tipo de cuarenta años, al lado de este un maletín con papeles y folderes arrojados. Al parecer se trataba de un profesor de colegio.

Invisible

Cuando uno sufre una mutilación la sensación de presencia del miembro amputado permanece por un buen tiempo. No sé como se le llama a ese fenómeno pero en eso pensaba al ver una muestra llamada Re-construcción de una ausencia del artista Aldo Shiroma. En ella se recreaba el ambiente de un consultorio médico, todo blanco, todo brumoso, todo onírico y detenido en una pausa de tiempo. Todo estaba ahí, los cuadernos, el escritorio, la camilla, los instrumentos, la sala de espera, la radio, las fotos, los recuerdos, etc. Todo menos ese alguien, esa presencia inhallada, irreconciliable y desaparecida. La muestra reconstruía esa sensación de despojo que uno tarda en aceptar pero que es real, como si nos hubieran cortado un brazo y nos ganara la insistencia por seguir cogiendo cosas, por seguir usando esa extremidad que ya no tenemos.
Sin duda esta es una de las mejores muestras que he visto últimamente en Lima, salvo por el exceso de textos desperdigados llenos de frases insistentemente poéticas y melodramáticas, lo demás resultaba impactante.


***

Del último disco de Catervas, Semáforos, la canción que más me gusta lleva por nombre Elástica. Hay otros grandes temas como Mentalizar, Vienen y van, Imposible hoy, Cen y Caben, etc. Pero creo que ninguna tiene la frescura y el desparpajo pop de Elástica. El disco tiene momentos movidos (son los mejores) y calmados, pero siempre melancólicos. El sonido es simple, bien power trio, guitarrero, tiene mucho de indie rock, cada vez menos de new wave, y algunos momentos que tienen (tengo que decirlo) algo de balada. Hay mucho de cotidianidad en el disco, fotos de los integrantes cuando eran niños incluida, tipografía de collage, caricaturas, un poco me hace recordar al disco de Electro-z, de hecho hay cierta afinidad.

Mucho tiempo ha pasado desde el disco debut de Catervas (2001), que los había mostrado como grandes músicos. El disco tenía temas instumentales que bebían mucho de post rock, de psicodelia y de shoegazing (de hecho, la banda nació como una propuesta bastante noise) pero al mismo tiempo, podían ejecutar piezas pop con bastante efectividad. Esa versatilidad hacía que aquel disco debut fuera un verdadero viaje de sensaciones.
Con Semáforos, la banda de los hermanos Reyes ha buscado reiventarse. De hecho, de esas primeras influencias ya no queda mucho. No es que eso me desagrade, siempre me gustó el lado pop que tenía Catervas, siempre con mucha facilidad para la melodía. Pero creo que la propuesta instrumental era simplemente soberbia. Y eso es algo que se deja extrañar en este nuevo disco. De todos modos me ha dejado sorprendido la frescura de Elástica y también la fuerza y convicción que tiene Mentalizar, dos temas que son sello Catervas al cien por ciento.

Friday, July 23, 2004

23 de Julio

Una velita más. Ya van 24.

Tuesday, July 20, 2004

Dispositivos excitados

Hace varios días que vengo dándole vueltas a la idea de escribir un post sobre mi experiencia con algún disco cuya escucha haya generado un cambio radical en mi manera de percibir la música.
No podía ser de otro modo: en ese cargamento de mp3 de noise y grindcore que me pasaron recientemente, hallé un disco que logró dejarme catatónico. Había escuchado cosas fuertes antes, había escuchado una significativa cantidad de noise digital. Cosas del sello Mego como Pita, Kevin Drumm, Hecker y algunas cosas de Merzbow pero nunca pensé en cuan radicales podían llegar a ser los rudistas japoneses.
Extreme Music From Japan no es el tipo de discos que podría reducir simplemente a un calificativo como el de “fuerte”, aunque quizá ese sea el más apropiado para describirlo, yo diría que es más bien una brutalidad total, una verdadera masa de energía sónica destrozando tus parlantes y tus oídos. Es tan salvaje que, como diría Benito, puede tranquilamente matar a una planta.
No sé que más puedo decir, de hecho hay muchas cosas que uno ignora sobre la cultura japonesa, de la relación que tienen con el ruido (toda una tradición), del pensamiento Zen, de su disciplina.
Lo único que puedo decir con certeza es que cuando he escuchado este disco sólo he podido pensar en una cosa: en sexo, y del más sádico. Puede que se trate de una etapa muy personal mía (de hecho mi consumo de pornografía ha aumentado considerablemente en los últimos días, intuyo que motivado por este disco) pero en otra cosa no puedo pensar al ver la ilustración de la portada y leer la palabra Extreme en el título, siempre tan alusiva.





1.Gerogerigegege - Her Name's on My Cock
2.Masonna - Anne (parts 1 & 2)
3.Incapacitants - No Discount
4.Niku-Zidousha - Untitled
5.Merzbow - Glass
6.Government Alpha - Powersupply
7.Hentaitenno - Unko to Ketsu-Ei to Sei-Eki
8.Masonna - Acid Recording (parts 1 2 & 3)
9.Hijokaidan - Random Canoe Inspection
10.Incapacitants - Cicade
11.Masonna - Eat Maggot
12.Government Alpha - The Place of a Person's Death
13.Merzbow - 20
14.What a Smell - Oral Ejaculation

Dejando de lado las bondades de cada uno de los grupos, dos temas llaman mi atención por lo explícito de sus títulos. “Her Name’s on My Cock” y “Oral Ejaculation”. Este último creo que es lo suficientemente gráfico de lo que puede ser la experiencia de escuchar este disco (tomando en cuenta que estos ponjas gritan como si les hubieran derramado ácido en la cara) y de la importancia que adquiere entonces el ruido digital en cada uno de los temas, ya que en el fondo se convierten en reflejos de estados absolutos de clímax, que les permiten llegar a niveles de paroxismo pocas veces visto. Esto es realmente energía humana amplificada, extendida, son verdaderos medios sobrecalentados, verdadera energía híbrida.

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Investigué algo sobre The Gerogerigegege (la mayor sorpresa del disco). Se trata de un dúo que viene trabajando desde el año 85, Juntaro Yamanouchi es el líder del proyecto, compositor y encargado de ejecutar el sonido en vivo, mientras que Gero 30 (un tipo que ya tiene más de 50 años) lo acompaña haciendo una performance que consiste en masturbarse desnudo en medio del escenario, siempre mirando al público.
En el nombre del dúo aparecen palabras bastante elocuentes: Vomitando (Gero) y Diarrea (Geri). Su disco más célebre lleva por título Tokyo Anal Dynamite.

Thursday, July 15, 2004

Christine

Siempre olvido el nombre del chatito que vende películas porno en las Galerías Brasil (por cierto, cuando uno lo ve es difícil creer que se trata de un adulto). Al margen de eso, el tipo es una verdadera enciclopedia, domina su tema de una manera casi total. Uno le suelta el nombre de una actriz y automáticamente te comenta película por película, te da una calificación, te dice en que otras pelas esta ha participado y te recomienda algunas que se le parezcan. Es increíble. Mataría por saber todo lo que sabe.
Justo el martes estábamos rondando por su tienda Raúl (Jardín), Alan, Renzo (Quematuradio), Carlos y quien esto escribe.

Una digresión antes. Momentos previos me había encontrado con un amigo quien me pasó cuatro discos de mp3 conteniendo grindcore y noise japonés. No sé por qué pero encuentro una relación entre la brutalidad musical contenida en esos discos y la experiencia de contemplar los innumerables afiches y portadas de dvds porno y gore que están pegados en las paredes de dicha tienda. De hecho siempre he pensado que sería alucinante ver una pela xxx que tenga a Merzbow como soundtrack, eso sería verdaderamente extremo.

Volviendo. Alan se le acercó al tipo para preguntarle por las películas de la archideseada Christine Young, y resulta que tenía una. Según él no era una película muy recomendable —se le nota muy fingida, dijo— ya que era una de las primeras que la Young grabó así que si queríamos llevarla bien, pero él ya nos había advertido. Al final Alan no compró nada, de hecho creo que había ido sin dinero pero quedó con el patín para hacer unos cambios en la semana. Intuyo que de todas maneras ese video de la Young, así sea malo, así sea la peor película de la historia, será de Alan, de eso estoy seguro.

Resulta que la Young tiene una historia muy particular. Ella hace un concurso a través de su web. Tu le escribes, le envías tu foto y si sales elegido ella te visita a tu país y tiene sexo contigo, evidentemente todo eso es filmado y luego publicado en su página web (hecha la ley, hecha la trampa), de ahí que sus videos tengan de especial tener como actores a tipos que están prácticamente cumpliendo un sueño. Y por cierto, quienes suelen ganar no son precisamente tíos con pinta de instructor de gimnasio, sino tipos normales, comunes y corrientes.

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Hace unas semanas, cuando los Farmacia estaban por Lima, nos fuimos con ellos a Barranco, junto Alan, Renzo y Juan Diego (Liquidarlo Celuloide). Entramos al Bar Juanitos, y allí había una chica que era idéntica a Christine Young. Alan estaba casi al borde del colapso. No nos íbamos a quedar con la duda, así que Juan Diego, dos chops de cerveza encima, tomó la decisión y se acercó para absolver la duda. “Johana, my name is Johana” fue lo que le dijo la chica guapa. Pero realmente era idéntica.

Monday, July 12, 2004

Dear Catastrophe

Recuerdo que cuando adolescente un amigo me recomendó que para calmar mis ímpetus y desenfrenos, comprara un juguete barato y concentrara toda mi energía y empezara a destruir dicho juguete a patadas, a puñetes, o como mejor pudiera. Luego de eso me iba a sentir mucho mejor. Y así lo hice.
Con el tiempo la música se convirtió en una buena manera de efectuar la terapia. Recuerdo que descubrí el metal en un momento oportuno y los discos de Slayer cumplieron su cometido de manera cabal. Pasado el tiempo, canciones de otras bandas han ido ocupando el lugar de los temas de Slayer, ya no tanto porque estas fueran más violentas (o tal vez sí) sino porque estas me resultaron lo suficientemente catárquicas como para sentir que mientras las ponía liberaba todo el demonio que tenía adentro.

A ver, indispensables para superar una catástrofe o en su defecto hundirse más (cosa que no le deseo a nadie, pero están advertidos):

Suicide: Rocket USA
Atari Teenage Riot: Fuck All!!!
The Stooges: L.A. Blues
David Bowie: Five Years
Sonic Youth: Death Valley ´69
Einstürzende Neubaten: Tanz Debil
R.H.Y Yau: Incident H
Throbbing Gristle: Discipline
Joy Division: Interzone
Pere Ubu: Final Solution
Iggy Pop: Funtime
The Birthday Party: The Friend Catcher
Pixies: Letter To Memphis
Bauhaus: In The Flat Field
Disco Inferno: Even The Sea Sides Against Us
PIL: Under The House

Sunday, July 11, 2004

En piloto automático viendo canales lluviosos

Acaba de publicarse el segundo número de Freak Out! Al vuelo veo que hay artículos de Pixies, Le Mans, Ian Curtis, Voz Propia, Jaguares y una nutrida sección de reseñas, tanto de discos peruanos como extranjeros. Entre los reseñados en el apartado local, figura el disco Pradera Tóxica de Liquidarlo Celuloide, proyecto de Juan Diego Capurro, quizá uno de los más sorprendentes e interesantes trabajos que ha visto la luz en el presente año.
Pero antes de hablar del disco de Juan Diego, quería detenerme en la reseña hecha por Hákim de Merv, responsable de dicha publicación. Creo leer entre líneas que para Hákim, Juan Diego es algo así como un nuevo francotirador, lugar que años atrás ocuparan (para él) gente como Christian Galarreta o Jardín. Digo esto por la emoción con la que habla del disco, la misma que ya no parece tener al reseñar los proyectos de Galarreta o el segundo disco de Paruro. No dudo del talento de estos últimos ni del buen gusto de Hakim, pero creo que alguien como él, siempre al tanto de las movidas electrónicas underground y de proyectos locales orientados hacia la experimentación, puede dar fe de cierto círculo vicioso en el que estos proyectos han empezado a caer.
Pero pongamos las cosas un poco en contexto. Hákim empieza su reseña diciendo “recuerdo haber leído en alguna ocasión los pajazos de un atorrante sub-normal, porfiando por convencernos de que el underground artístico de este país apesta (sic). No viene al caso, por supuesto, discutir la validez de tan enfático “postulado”: no me interesa hacerlo y, además, los hechos vienen demostrando lo contrario.”
Dicha introducción parece indicar su defensa absoluta de todo el underground local (o al menos de aquel que le interesa), defensa a la que yo también me sumo con algunos peros. Y es que, creo que dicho “sub-normal” pudo tener algo de razón. Me explico: me parece que los proyectos electrónicos peruanos han empezado a caer en un círculo vicioso, ya que las propuestas se han vuelto poco sorprendentes, al menos, Jardín no me emociona tanto como lo haría hace dos años, Paruro me parece interesante pero ya se está poniendo sumamente críptico, lo mismo con Galarreta, quien parece atravesar por una etapa de transición, alejándose del ruido y coqueteando con la melodía. Las últimas tocadas de Colores en espiral han dejado mucho que desear, y en general la escena electrónica peruana undeground ha entrado en una especie de marasmo y receso, ya casi ni hay conciertos (sin hablar del alejamiento del circuito de noveles e interesantes propuestas como Rapapay, Therocal y Terumo, etc).
Ante un panorama desierto, la aparición de proyectos como Liquidarlo Celuloide resultan sumamente estimulantes. Y creo que la reseña de Hákim en el fondo señala eso: para él, Juan Diego le da razones para seguir creyendo. De hecho, a mí también. Juan Diego tiene de interesante su juventud, con apenas 22 años ya ha firmado un disco capital como es Pradera Tóxica y estoy seguro que apenas empieza. Es también interesante porque tiene otras influencias, fuera de la hegemónica propuesta psicodélica, ruidista y IDM que han proliferado en el underground local. Lo suyo apunta a direciones más cercanas a la música, digámosle, incidental o de atmósferas, al noise y a lo simplemente free, todo con un tratamiento artesanal que le da un sello muy personal a su sonido.  

 

Los discos de Juan Diego no son fáciles de oír y tampoco de conseguir, apenas los venden en una tienda, o tienes que ubicarlo a él mismo para que te pase una copia. Es decir, sus discos pertenecen a esa línea one off de la que habla Hákim. Capurrro es unos de esos músicos que publica 10 o 20 discos que circulan entre amigos y allegados. Pero ojo, Juan Diego está al margen de toda la escena underground, aunque se declare un admirador de esta, como buen melómano y amante de las vertientes más extremas de la música que es.
Como señalaba, la propuesta de Juan Diego tiene que ver con la creación de ambientes musicales lo fi que rayan en lo escatológico y lo irracional. Registra con la ayuda de una grabadora casera. Regraba y sobre lo regrabado agrega más sonidos (que salen virtualmente de cualquier parte, sea de un teclado de juguete, de una guitarra acústica, de sampleos de películas, etc) y así construye una plataforma sonora que le sirve de base para expulsar contenidas masas de sonido llenas de intensidad emocional. Hasta cierto punto se podría decir que Liquidarlo Celuloide es esencialmente Juan Diego Capurro en estado paroxista de catarsis. Eso también lo distingue radicalmente de las propuestas del underground local, ya que él no parece tener apego a ningún tipo de sonido ni instrumento pero sí a cierto clima e intensidad dramática, es decir, creo que tranquilamente Juan Diego podría prescindir de todas las herramientas que ha usado y simplemente pararse un día en la calle, ponerse a gritar y eso seguiría siendo Liquidarlo Celuloide, a diferencia de otros arriesgados actos locales, mas fascinados por el sonido en su estado más físico y binario, lo de Juan Diego está más allá del soporte sonoro utilizado, ya que es radicalmente expresionista. De hecho Pradera Tóxica sería el disco que Edward Munch firmaría si fuera un joven músico de esta época. Su violenta emotividad hace que uno pierda de vista las imperfecciones que el registro tiene, no sólo por su carácter lo fi sino por cierta torpeza que hay en la instrumentación, las que automáticamente se incorporan al universo distorsionado que se plasma.

Esa cosa freak que lo distingue encuentra resonancia en todo un linaje de ilustres transgresores y predicadores del mal, entre los que están los Sonic Youth, (en su etapa más no wave), las atmósferas enrrarecidas e impredecibles de Coil y Throbbing Gristle, la música de películas de terror y de cine gore (alguna vez Juan Diego me comentó de su fascinación por la música (y las imágenes) de Nekromantic). Si algo hermana a todas esas referencias, además de su carácter desatado, es esa sensibilidad plástica, de búsqueda estética. Y creo que no es incorrecta la asociación, ya que tanto los Throbbing Gristle como los Sonic Youth tienen un pasado (y un presente) como artistas plásticos (evidentemente pegados a propuestas de vanguardia). Lo mismo que con el cine de terror y el gore que son tendencias bastante esteticistas, no obstante el discurso sórdido que las define (no es sangre: es rojo; no son vísceras: son texturas). Y bueno, si se revisa un poco en la biografía de Capurro uno se entera que también ha tenido un acercamiento bastante intenso con la pintura. De hecho, desde el título del proyecto “Liquidarlo Celuloide” hay una clara referencia a lo estético y a lo bizarro, a la imagen y a la muerte. Sin hablar del arte de sus mórbidas portadas.
El componente sexual tiene un lugar fundamental también. “La sexualidad y la muerte no son más que los momentos culminantes de una fiesta” decía Bataille, como si hubiese tenido al oído temas como “Novata sepultada sexualmente por hormigas”, “Orgasmo – ectoplasma fuchifú”, “Azotes” o “Porno”, temas que no sólo exaltan la sexualidad desde el sadismo y la necrofilia sino que además generan visiones entre surreales y fetichistas dignas de un Buñuel adolescente contaminado de noise y música industrial.

Queda saber como progresará el trabajo de Juan Diego, hoy con dos discos bajo el brazo, uno a punto de salir y una participación en el demencial colectivo free Retrasados de hojalata.

Puede que este decida retomar la pintura y arrojar espesos colores sobre el lienzo, y quien sabe, tal vez eso seguiría siendo Liquidarlo Celuloide, porque a pesar de todo seguiría siendo él, porque antes que nada LC es un estado paroxista de intensidad.
Puede que en el futuro nos acerquemos a escuchar endemoniadas pinturas llenas de chillonas, gruesas y oscuras líneas nerviosamente deformes, firmadas por Capurro. Eso claro, si es que ya no lo hemos estado haciendo antes.



Un día cualquiera

El Perú puede a veces ser tan aburrido que el hecho de quedarse en casa es como irse de vacaciones.

Otra vez My Bloody

Leo en la blogósfera que todos escuchan la música que tienen almacenada en sus discos duros. En mi caso es distinto, no tengo conexión a Internet. Escribo en mi casa y luego voy a una cabina y publicó mis textos en el blog. Mi disco duro es de 4 gigas por lo tanto no tengo espacio para almacenar mayor música (de hecho, un giga está ocupado por el disco compilado que salió junto al fanzine), así que escucho discos de mp3. En este momento la lectora lee uno que contiene los siguientes álbums:

Espers – ibid
Bright Eyes – Fevers and mirrors
Architectures in Helsinki – Finger Crossed
Styrofoam - I’m what’s there to show
Secret Machines - Now here is nowhere
Secret Machines – September 000 ep
Lilys – Protection
Smog - Supper
Russian Futurists - The Method Of Modern Love
Moonbabies – The orange Billboard
Clientele - Violet Hour
Tv on the radio - Young Liars ep

Ahora escucho el disco de Moonbabies, concretamente la canción Slowmono que me recuerda tremendamente a When you sleep de My Bloody Valentine, que digo me recuerda, son la misma!! Me quieren trafear los Moonbabies.


Lovesliescrushing

No dejo de pensar en aquello que dijeron los chicos de Farmacia durante su estadía aquí en Lima: “aquí sólo hablan de psicodelia y de My Bloody Valentine”. No sé si será cierto eso, no sé si lo dijeron en tono irónico. De lo que estoy seguro es que My Bloody Valentine es una de las pocas bandas que es santa de devoción de prácticamente todos los proyectos underground locales. No digo que todos suenen noise, pero evidentemente todos han tenido en algún momento una fijación por la banda de Kevin Shields (basta recordar nomás al colectivo Crisalida Sónica).
Por mi parte, hace buen tiempo que no escucho el Loveless, sin duda uno de mis discos favoritos (o acaso mí disco favorito).



Pero volviendo a la psicodelia. Hay un detalle curioso, recuerdo que un amigo Wilder Gonzales (de Fractal y el Conejo de Gaia) viajó para la Argentina hace algún tiempo y tuvo contacto allá con Gustavo Lamas y Pablo Reche. Wilder, un ferviente fan de la psicodelia, les preguntó por Spacemen 3, Spectrum, Silver Apples y nada de nada, nadie les daba razón, allá no escuchaban eso. Cuando estuvo por aquí Luis Marte, le pregunté y tampoco tenía referencias de Silver Apples. Y bueno, cuando les pregunté a los Farmacia por el Forever Alien de Spectrum tampoco me dieron razón, mucho menos por Spacemen 3. Y es que por alguna razón, que aún no tengo clara, en Lima la psicodelia tiene bastantes seguidores, sobre todo la psicodelia entendida desde las coordenadas del post rock y claro, todo el kraut rock y gente como Silver Apples, algo que no parece haber en Argentina. No sé si aquí estamos atrasados, no sé exactamente qué decir, la música no es cuestión de tiempos ni de progresos pero creo que en ese sentido en Argentina la tecnología los ha invadido más.

Besos en Helsinki

El sábado estuve por galerías Brasil. Había quedado en darle a Inés, de Agh Music, un disco para que lo reseñe en el fanzine. No se me ocurría que darle. Ella había reseñado anteriormente el último disco de Lamchop para Freak Out!, reseña que estuvo muy buena, entonces pensé, tendría que ser algo en esa onda, indie pop, bonito, fresón. Pero Inés ya me había advertido que no tenía problemas en reseñar cosas más extremas también, “a mí me encanta Throbbing Gristle” me dijo, y bueno, no lo dudo, es una de las pocas personas que en este país ha pronunciado el nombre de Throbbing Gristle, así que el espectro resultaba más amplio a la hora de proponerle un disco.
Tras mucho pensar opté por algo bonito, algo radicalmente bonito. El Fingers Crossed de Architecture in Helsinki. Recuerdo claramente la expresión de Inés cuando probó el disco. Sus primeras palabras fueron: ¡es como una chica cuando llega a su casa nerviosa luego del primer beso!

Sólo la música que me gusta

Leo en el blog Vuélvete underground un post de benito que me parece bastante atinado. En efecto, la democratización de la música a través del intercambio vía internet tiene sus contras. Antes yo tenía que ahorrar mi dinero para comprarme un casette afuera de mi universidad o irme a jirón Quilca o a las galerías Brasil, y ese casette lo escuchaba por días enteros. Eso ya no sucede ahora.
Yo no tengo acceso al soulseek, al menos no de manera continua, sin embargo eso no impide que me consiga música por toneladas. Tengo amigos que bajan los discos que quiero oír y cada fin de semana obtengo uno o dos discos de mp3. Es bastante. De hecho, asimilar todos esos mp3 me toma buen tiempo. Y siempre sucede que hay algún álbum incluido al que no le presto la atención debida. Me distraigo escuchando sólo aquellos que están buenos o aquellos que me interesan de sobremanera. Antes, cuando compraba casettes o discos, tenía más tiempo para escucharlos, así estos sean buenos o malos, los escuchaba igual y podía formarme una opinión mucho más sólida sobre determinado disco. Ahora, con tanto material a disposición no sé si será verdad que se accede a todo, en el fondo, la democratización de la música a través de internet puede ser una trampa, ya que uno posterga y posterga determinados discos para escucharlos cuando haya tiempo (piensa cuantos discos tienes en tu pc que a lo mucho has oído una o dos veces y que sabes que ya no lo harás más). Hay tanta música que uno tiene que empezar por aquella que más le interesa. Es el tiempo de la gustocracia.

Friday, July 09, 2004

Tu banda favorita

Ayer estuve en La noche de Barranco coordinando la fecha de presentación del fanzine y del disco. Nos dieron el 17 de agosto. No está mal, nos da tiempo para trabajar los afiches y ver de hacer una buena publicidad. Las bandas que tocarán ese día son Quematuradio, Liquidarlo Celuloide, Serpentina Satélite y Zetangas. Probablemente también Lego y alguna más pero en principio esas cuatro.
Ayer también había concierto en La noche, tocaba Rumores Clandestinos, una banda que se dedica al impensable oficio de hacer covers de Héroes del Silencio. Mientras hablaba con Nadiana, la chica que coordina lo de las tocadas, me di con la sorpresa que los Rumores estaban ensayando un tema de Religión, se trataba de Oslo, una tremenda canción de este tremendo grupo del que lamentablemente nunca tuve más noticias salvo que eran españoles y que editaron un único disco llamado Algunos cuentos, otras tempestades, definitivamente uno de los más alucinantes que he escuchado en mi vida.
He preguntado por ellos a varios amigos españoles y nada, nadie sabe nada, ni siquiera de que existían.